Agenda Internacional. Plan de desarrollo "El salto social", 1994-1998

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01/10/1994

01/10/1994

 

Los profundos cambios en los balances político, ideológico y económico a nivel mundial han acrecentado la interdependencia de las naciones y generado una gran diversidad de actores, intereses y escenarios de discusión y negociación. Esta situación ha impuesto la necesidad de desarrollar una nueva agenda internacional, que haga partícipe al país de los procesos de globalización e integración económica y le permita, al mismo tiempo, participar activamente y, en algunos casos, liderar las discusiones internacionales sobre medio ambiente, derechos humanos, democracia, narcotráfico y lucha contra la pobreza, entre otros. Estos temas tendrán mayor relevancia en el desarrollo social y económico mundial y exigen, por tanto, que Colombia fortalezca su capacidad de actuar a nivel global e incremente su participación en los foros internacionales.

En este panorama de interdependencia y globalización, Colombia será exigente en el respeto a los principios del derecho internacional, cuya atención y observación son garantía de la convivencia pacífica, a saber: la libre determinación de los pueblos, la solución pacífica de controversias y la no intervención en los asuntos internos de los Estados.

Colombia promoverá y apoyará aquellos esfuerzos encaminados a la modernización y democratización de los organismos internacionales como la ONU y la OEA. Así mismo, participará activamente en mecanismos de concertación de los intereses de los países latinoamericanos, como el Grupo de Rio.

La cooperación entre los países del sur y el fortalecimiento de su capacidad de negociación son indispensables para plantear una relación norte-sur constructiva y basada en la cooperación. Esta será la meta que buscará Colombia entre 1995 y 1998, como presidente del Movimiento de Países No Alineados, en temas como el comercio internacional, la ciencia y la tecnología, la lucha contra la pobreza, la defensa del medio ambiente, la lucha contra el narcotráfico y la construcción de un sistema internacional justo y equilibrado.

Agenda económica

La integración económica ha avanzado en América Latina en los últimos años a ritmos acelerados, modificando las relaciones comerciales y políticas de la región. Apoyada en claros principios de reciprocidad, Colombia continuará liderando este proceso e incentivará la participación de las empresas colombianas en los crecientes flujos de comercio e inversión intrarregionales. En este marco, seguirá apoyando el proceso de consolidación del Grupo Andino, pondrá en marcha el G-3, continuará las negociaciones con los países del Mercado Común Centroamericano, iniciará el proceso de evaluación y análisis de vínculos más estrechos con MERCOSUR y cumplirá plenamente los compromisos de los acuerdos de libre comercio con Chile y CARICOM. Colombia apoyará, además, la ampliación de la agenda de negociación en todos estos procesos, particularmente los más avanzados, para que vayan más allá del libre comercio de bienes y busquen la homologación de las normas internas que afectan el comercio, la inclusión de temas relativos a servicios, la protección mutua a la inversión y, en el caso del Grupo Andino, la armonización gradual de políticas agropecuarias y macroeconómicas.

Como elemento complementario, el gobierno fortalecerá y ampliará las comisiones de vecindad, que han resultado un importante instrumento para estrechar los vínculos con los países con los cuales tenemos una mayor proximidad geográfica. En este marco, incluirá una agenda amplia para las comisiones, que fuera de los temas comerciales, aborde también el mejoramiento de las condiciones de vida en las fronteras, el acercamiento cultural, la defensa de los ecosistemas, la integración de los servicios públicos y sociales, la cooperación en materia de orden público y la integración energética, entre otros.

Así mismo, el gobierno buscará la aprobación de una ley para zonas de frontera, mediante la cual se garantizará que las regiones limítrofes sean un polo de desarrollo que permita profundizar los procesos de integración en los que participa Colombia y mejore las condiciones de vida de sus habitantes. Para adquirir una coherencia global, los acuerdos binacionales y subregionales deben dar paso a procesos más amplios, ya sea a nivel de América Latina o de todo el continente. En ese sentido el gobierno apoyará negociaciones en la región que tengan lugar en el marco de la ALADI u organismos similares. Iniciará, además, un proceso de discusión nacional en torno a la adhesión al Tratado de Libre Comercio de América del Norte. La integración hemisférica debe concebirse en forma más amplia que la simple constitución de un área de libre comercio de bienes y servicios, y de libre movilidad de capitales. En efecto, deben incluirse mecanismos complementarios del libre comercio que propendan a la convergencia gradual en los niveles de desarrollo de los distintos países del hemisferio. Como elemento esencial de este proceso de convergencia, los países de mayor desarrollo relativo deben incentivar una más activa transferencia de tecnología hacia los menos desarrollados. Este apoyo debe ser la contrapartida de los mayores costos en que incurren los segundos al reconocer los derechos de propiedad intelectual.

Las relaciones comerciales con la Unión Europea se han incrementado en los últimos años, hasta llegar a convertirse en el segundo socio comercial más importante de nuestro país. Para el gobierno será, por tanto, prioritario consolidar las relaciones, aumentando así el volumen de exportaciones a esta importante zona. Mediante el Programa de Cooperación, la Unión Europea ha apoyado los esfuerzos del país en la lucha contra el narcotráfico. Este instrumento debe servir para estrechar las relaciones económicas con las naciones del viejo continente.

El gobierno avanzará también hacia el establecimiento de mayores vínculos de cooperación con los países de la cuenca del Pacífico. Con este propósito, diseñará una estrategia para acrecentar las relaciones comerciales con los países asiáticos del área. Como parte de este proceso, participará activamente en los nuevos organismos creados en la región, como el PBEC, el PECC y, en el futuro, la APEC. El gobierno promoverá la vinculación de entidades públicas y privadas con sus homólogas asiáticas.

El fortalecimiento del multilateralismo en materia de comercio y propiedad intelectual es esencial para la defensa de los intereses de los países en desarrollo. Por este motivo, la ratificación de los acuerdos de la Ronda Uruguay del GATT y la puesta en marcha de la Organización Mundial de Comercio son elementos esenciales de la agenda internacional de este gobierno. La OMC debe convertirse en el foro apropiado para defensa de los países en desarrollo contra el neoproteccionismo de las naciones industrializadas, que ha comenzado a expresarse en conceptos tales como el "dumping social", y en el mecanismo para evitar que las presiones bilaterales sustituyan los instrumentos de un orden económico multilateral, en el cual el tamaño de los países no sea elemento central de la negociación.

Nueva agenda internacional

Perfil social de la política exterior

Así como los temas económicos son de particular importancia en la agenda internacional del país, es fundamental que la política exterior adquiera un perfil social. Sólo así será posible mantener y mejorar los logros obtenidos en materia económica y continuar la consolidación de nuestra democracia.

Colombia liderará los procesos que permitan alcanzar y enfrentar aquellos problemas sociales que exigen la realización de acciones coordinadas por todas las naciones. En ese marco presentará, apoyará y liderará, en escenarios internacionales como la Cumbre de las Américas, el ECO-SOC, el Movimiento de Países No Alineados y la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social de 1995, propuestas relacionadas con la erradicación de la pobreza, la creación de empleos, la ampliación de los servicios sociales y la creación de redes internacionales de solidaridad social.

Medio ambiente

El liderazgo de Colombia en las negociaciones ambientales internacionales y el fortalecimiento de la capacidad negociadora del país constituyen elementos fundamentales de la política exterior, ya que permiten que el país participe en las decisiones globales relacionadas con la supervivencia del planeta y la biodiversidad o el tráfico ilícito de especies en peligro de extinción, que afectan sensiblemente los intereses nacionales.

La política exterior en esta materia se desarrollará en el marco de las conclusiones alcanzadas en la Cumbre de la Tierra de Rio de Janeiro de 1992 y de otros acuerdos e iniciativas de cooperación internacional. Además seguirá los principios consagrados en la Ley 99 de 1993, en particular el principio de responsabilidades compartidas pero diferenciadas con respecto a los asuntos globales, y el reconocimiento de las contribuciones y servicios ambientales prestados por Colombia a la comunidad internacional. El gobierno propondrá la ratificación de varios convenios, entre ellos la Convención de Cambio Climático y el Convenio de Basilea para el Tráfico de Desechos Peligrosos Transfronterizos, y promoverá a nivel internacional, en particular a nivel andino, la adopción de decisiones en torno al acceso de los recursos genéticos derivados de la biodiversidad y la bioseguridad.

Colombia desarrollará, igualmente, una estrategia de cooperación internacional para el medio ambiente que sea proactiva, de conformidad con los acuerdos de Rio de Janeiro, y con los lineamientos y prioridades de la política ambiental del país y el respeto a la soberanía nacional, y promoverá la transferencia de tecnología ambientalmente sana en términos concesionales.

Por último, la política internacional propenderá a que el comercio exterior y el desarrollo sostenible se apoyen mutuamente. Se rechazarán las medidas unilaterales de carácter ambiental en el campo comercial y se promoverán nuevas oportunidades comerciales que resulten de los nuevos mercados verdes a nivel mundial.

Derechos humanos

El consenso mundial en torno a la democracia ha fortalecido la concepción de los derechos humanos como un asunto esencial de las relaciones internacionales y como un fundamento imprescindible de la consolidación de la democracia. Colombia cumplirá todos los compromisos suscritos sobre el tema y buscará la aprobación e inmediata aplicación del Protocolo II de la Convención de Ginebra sobre humanización de la guerra, con el fin de proteger a ciudadanos inocentes, víctimas de la violencia. El gobierno trabajará igualmente con el fin de que nuestra compleja situación interna sea comprendida por fuera de las fronteras nacionales.

Así mismo, la política exterior buscará el apoyo de los organismos internacionales y las organizaciones no gubernamentales, para que su acción fortalezca y complemente los esfuerzos del gobierno en la normalización de los derechos humanos y de la violencia.

Narcotráfico

El gobierno colombiano ha expresado en todos los contextos su rechazo al narcotráfico y su decisión de combatir este fenómeno. Ha manifestado también que éste es, por esencia, un problema multinacional, que sólo puede resolverse mediante acciones concertadas y conjuntas por parte de la comunidad internacional, atacando cada una de las fases de la cadena: la producción de materias primas, la desviación de productos químicos, el tráfico ilícito de armas, el lavado de dinero, el procesamiento, la distribución y el consumo. La naturaleza misma de este fenómeno hace que los esfuerzos nacionales aislados sean insuficientes. Por eso, Colombia liderará la propuesta de suscribir una convención internacional contra el lavado de dinero y exigirá que los esfuerzos que realiza el país para combatir la producción y el comercio de estupefacientes formen parte de una estrategia global, junto con la represión del consumo en los países desarrollados y el control efectivo a los productos químicos. Solicita también el concurso de la comunidad internacional para que, mediante acciones concretas, entre ellas las preferencias comerciales y la cooperación para el desarrollo alternativo en zonas productoras de cultivos ilícitos, manifieste su solidaridad con el esfuerzo realizado por el país en esta lucha mundial.

Integración con los colombianos en el exterior

Colombia tiene aproximadamente el 10% de su población en el exterior. La integración de estos colombianos al desarrollo del país y la defensa de sus intereses los hace parte integral de nuestra agenda internacional. Los lazos de nuestros conciudadanos con su patria deben fortalecerse, mediante un sistema consular moderno y eficiente, el desarrollo de los mecanismos de participación política previstos en la Constitución de 1991 y la consolidación de instrumentos de participación en el desarrollo del país, tales como la Red Caldas, a través de la cual los científicos colombianos en el exterior participan en el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología.

El gobierno prestará atención especial a los presos colombianos en cárceles extranjeras y, mediante las representaciones consulares, vigilará que reciban un debido proceso y les sean respetados sus derechos humanos. Los tratados de repatriación de presos serán presentados para la ratificación del Congreso. De manera simultánea, se mejorarán las condiciones carcelarias en el país para hacer efectivos estos tratados.