OPORTUNIDADES Y MERCADOS DEL SUDESTE ASIÁTICO

Philippe de Lombaerde

Profesor de la Facultad de Filosofía, Universidad Nacional de Colombia.

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9-12

01/10/1997

01/10/1997

Cuando nos referimos al Sureste Asiático, generalmente entendemos el grupo de países compuesto por los 7 miembros de la Asia que son: Tailandia, Malasia, Indonesia, Filipinas, Brunei, Vietnam, Singapur y los tres países de la región que todavía no son miembros, Laos, Miamar y Cambodia. Generalmente, se entiende como Asia del sureste este grupo de 10 países, que son el objeto de la presente exposición.

Cuando hablamos de las oportunidades del mercado del Sureste Asiático existe la tentación de considerarlo como una evidencia, que se trata de oportunidades y mercados importantes para un país como Colombia. ¿Por qué una evidencia? Porque estamos pensando en las tasas de crecimiento de estos países que han sido muy altas y han sido tasas sostenidas durante mucho tiempo; las proyecciones a nivel del PECC, para 1998, son de un promedio de 4,1 % de crecimiento; los primeros son China 9%, Malasia 8,6%, Vietnam 9,2%; estas son realmente tasas de crecimiento muy altas, las más altas del mundo, y por esa razón pensamos en oportunidades de mercados importantes para un país como Colombia.

Varios países tuvieron algunos problemas este año; esas proyecciones son anteriores a esos problemas; por ejemplo, Tailandia e Indonesia. Sin embargo, la impresión de la mayoría de los analistas es que se trata de ajustes normales dentro de un proceso de desarrollo y que tienen de alguna manera un carácter transitorio; la mayoría de los analistas están convencidos de que esos países alcanzarán otra vez tasas muy altas después de los ajustes; por ejemplo, a nivel de sector financiero, a nivel de las finanzas públicas y del tipo de cambio. Además, hechos como las devaluaciones traen en sí ya un mecanismo a través de una mayor competitividad de restablecimiento de tasas altas de crecimiento; una devaluación permite tener más competitividad, exportar más y crecer más. Entonces estos ajustes se puedan superar, ¿son estas tasas de crecimiento oportunidades? Parcialmente sí; parcialmente una tasa de crecimiento indica oportunidades para un exportador colombiano, es en principio más fácil entrar en un mercado que crece que en un mercado que no crece; entonces, esas tasas sí representan oportunidades. Por otro lado, las tasas de crecimiento en esa región son de tal magnitud que realmente han convertido países pobres en mercados, lo que significa que las altas tasas de crecimiento definitivamente representan un sinnúmero de oportunidades.

Sin embargo, tenemos que mirar otras variables para evaluar países como mercados. Se deben tener en cuenta factores como el PIB, la población, el ingreso per cápita, el ingreso del consumidor y su poder de compra. Se debe mirar eventualmente la distribución de los ingresos para exportadores, ya que es más interesante para ellos dirigir su política hacia los países ricos que hacia los pobres. Es importante también tener en cuenta las preferencias de los consumidores, ya que éstas pueden ser muy distintas; un consumidor latino es muy distinto a un consumidor asiático. En cuanto a los productos intermedios o los productos primarios, tenemos que mirar también la estructura industrial; allá los clientes no son los consumidores, son las empresas; para importantes sectores de Colombia, como cueros, químicos, etc., es vital saber qué producen y no qué consumen, para saber si se trata de un mercado o no. Si miramos, por ejemplo, el ingreso per cápita de Asia del sureste sólo dos países tienen un ingreso per cápita superior al ingreso de Colombia; Malasia y Tailandia, los demás, Filipinas, Indonesia, Laos, Vietnam, Miamar, tienen ingresos por debajo del nivel de Colombia.

Malasia, el país con ingreso per cápita más alto de esa región, tiene US$3.400 per cápita por año, mientras que Japón, por ejemplo, está en el nivel de US$34.600; éste es 10 veces superior al ingreso. Podemos mirar también el PIB de esos países y observamos que el tamaño de las economías de Singapur, Malasia, Colombia y Filipinas son iguales de grandes en términos de producto interno bruto, alrededor de setenta mil millones de dólares, mientras que el Japón, por ejemplo, tiene un PIB de 4,5 millones de millones de dólares; entonces, hay unas diferencias muy grandes en tamaño de las economías; generalmente, miramos las tasas de crecimiento sin mirar otras variables, pero éstas son muy importantes también.

Existen, entonces, grandes oportunidades dentro de los mercados del Asia del sureste, aunque no comparables con Asia del noreste, pues hay una diferencia muy grande en términos de tamaño y poder de compra entre esas dos regiones. Una ventaja o un elemento que podría facilitar hacer negocios en esa región es el hecho de que se trata de países con niveles de desarrollo más o menos comparables con Colombia; esto implica, por ejemplo, que haya consumidores con niveles de ingresos más o menos comparables; se trata de mercados probablemente con exigencias en términos de calidad comparables con el mercado colombiano. El mercado de Japón es muy distinto, ya que es un mercado muy exigente en términos de calidad. Otro elemento que nos permite ver la oportunidad de los mercados del Sudeste Asiático, son los niveles actuales de comercio; estos niveles son marginales, entonces, uno podría pensar que si se trata de niveles muy bajos se puede aumentar el volumen de esos flujos comerciales; un problema evidente en todo esto es el hecho de que, en la mayoría de los casos de economías no muy complementarias a la economía colombiana, estamos produciendo más o menos lo mismo, parcialmente por razones climáticas en todo el sector agrario; entonces, hay poca complementariedad, pero aquí uno tiene que decir que para muchos productos que nosotros estamos produciendo, productos primarios, productos intermedios, no hay tanto espacio para la diversificación; tampoco, entonces, por esa razón se tiene que ser prudente al hablar de oportunidad. Otro elemento negativo es el hecho de que mucha de la producción que se hace en esos países, se hace dentro de grupos de empresas de esquemas integrados de producción; si uno piensa en el mercado de los productos intermedios, uno tiene que dirigirse al grupo y no al mercado local. En cuanto a los niveles bajos del comercio existente entre Colombia y Asia del sureste, todos los flujos comerciales con estos países están debajo de los 10 millones de dólares (cifras del 95), y en la mayoría de los casos debajo de los 3 millones de dólares, como es el caso de Malasia, Indonesia, Filipinas, Laos, Vietnam, Miamar, Cambodia. El caso de Filipinas, por ejemplo, para mencionar uno en el año 95, se exportaron de Colombia hacia las Filipinas sólo 410.000 dólares. Todas las exportaciones colombianas hacia Filipinas representan un mercado menos importante que el mercado del Japón; por ejemplo, comparando los PIB de Filipinas y el Japón, el PIB de Japón es 70 veces el PIB de las Filipinas, pero las exportaciones colombianas al Japón son 900 veces las exportaciones a las Filipinas, lo que significa que hay un déficit en cuanto a esas exportaciones de esos países.

El café sin tostar o en granos, molido, flores frescas, cueros, textiles, químicos y fungicidas, productos metálicos finalmente no sofisticados, dientes artificiales (Colombia es un país especializado en los dientes artificiales) y artes gráficas e impresos, son productos que se dirigen sistemáticamente más a los países con ingresos altos que los demás productos; cuando uno mira estas estadísticas sobre el comercio se pueden observar algunos elementos preocupantes; por ejemplo, desde los años ochenta hasta comienzos de los noventa, la importancia relativa de la región hacia el sureste dentro de las exportaciones colombianas no ha aumentado; la importancia relativa es más o menos estable, a pesar de que se trata de la región más dinámica del mundo. Entonces, para Colombia esa dinámica se ha traducido en un aumento en la importancia relativa dentro de la estructura de las exportaciones colombianas. Cuando uno mira los últimos años, en países como Filipinas e Indonesia, estamos exportando menos de lo que el país exportaba hace 5 años.

Otro punto de preocupación es que las exportaciones a estos países todavía no reflejan relaciones comerciales estables; las cifras de un año a otro año varían mucho; esas relaciones comerciales no aseguran negocios en los años que vienen. Otro punto de vista del desarrollo industrial colombiano es que gran parte de esas exportaciones son productos, como ya lo vimos, agrarios, minerales, pero de todos modos casi sin ningún procesamiento en Colombia; son productos que no generan mucho valor agregado; dentro del país hay mucho de estos puntos que se exportan, que se procesan allá y que se exportan como bienes finales a los mercados del norte desde Asia del sureste; éste es el caso de los cueros, los honkongneses hacen cuero, los tailandeses hacen las maletas y las maletas se venden en Europa; igualmente, las esmeraldas se venden en Tailandia ya las joyas hechas en los mercados finales. Otros, como el óxido de hierro y el café sin tostar, son los más importantes, pero la mayoría del tiempo se comercia con este tipo de productos.

Quiero decir también algo sobre el papel de estos esquemas de integración, cooperación y su correlación con las relaciones comerciales entre Colombia y esta región. Ya se ha mencionado el caso del PECC y el PBEC; a pesar de que estos esquemas no van a generar efectos directos sobre las políticas comerciales, creo que sí es importante para Colombia formar parte de esos dos órganos como fuentes de información, posibilidades de intercambio de información, contactos de negocios, y hasta por razones de imagen; creo que los expositores anteriores han explicado muy bien la importancia de esos órganos para Colombia y sus relaciones comerciales.

En cuanto a APEC, como su filosofía es de regionalismo abierto, de no discriminación, en principio una formación de un área de libre comercio o la liberación comercial a nivel de APEC no generaría efectos negativos para los flujos comerciales desde Colombia. Aunque si en algún momento se decide dar un carácter discriminatorio a esa liberalización cambiaría evidentemente ese contexto sí podría generar algunos efectos negativos para un país tercero. Hasta ahora la liberación se ha basado en, como dijo Pío García, en planes individuales de acción, pero esos planes no discriminan. Sistemáticamente, los países de la región han hecho ofertas de liberación comercial que van más allá de sus compromisos dentro de la Ronda de Uruguay.

Para terminar, tenemos el Asean, la Asociación de Estados del Asia del Sureste y sus posibles efectos para las relaciones comerciales entre Colombia y esas regiones, pues, como ustedes saben, Asean se creó en 1967 con la declaración de Vancouver, con miembros fundadores como Tailandia, Malasia, Indonesia, Singapur y las Filipinas, entró después Brunai y recientemente Vietnam en 1995.

Asean sí es un esquema de integración de carácter discriminatorio; los defectos hasta ahora para países terceros, donde la liberación intra-Asia no ha sido muy grande, ha sido marginal por el hecho de que el primer intento para liberar los flujos comerciales que es el PTA, el acuerdo sobre referencias comerciales que se inició en 1977 con varias reformulaciones del proyecto, pero todos los efectos han sido marginales a nivel de la Asean y, por supuesto, para países terceros como Colombia. Esto podrá cambiar con AFTA el Área de Libre Comercio de la Asean que se decidió en 1992; se aceleró entonces el esquema existente, y se prevé una liberación comercial con fecha límite horizonte el año 2003. La idea es disminuir las tarifas al comercio intra-Asia a un máximo del 5% sin listas de excepción, o sea que en el año 2000 deberían acabar con estas listas y tratar de incluir todo el sector agrario al lado del sector manufacturero.

Ésa parece una propuesta muy seria; la propuesta anterior ni siquiera tenía objetivos claros; tanto el PTA como el AFTA sí tienen sus objetivos muy bien formulados y parece que sí van a lograr un área de libre comercio en el 2003. Por otro lado, se prevén también algunos efectos sobre crecimientos, efectos dinámicos de la integración, un efecto adicional al crecimiento de estos países que beneficiaría a todos en principio. Un fenómeno importante a nivel de la Asean que tiene que ver con AFTA, pero también con otras cosas, es el fenómeno de los círculos de crecimiento que tratan de buscar maneras de integrar regiones fronterizas de países; esos dos factores AFTA y estos círculos de crecimiento lo que han hecho en los últimos años es dar un estímulo al comercio intra-Asia. El comercio que durante mucho tiempo era un comercio marginal para todos esos países, ahora, está creciendo en un 8% anual durante los últimos años.

Una implicación importante para un país como Colombia es que la búsqueda de complementariedades en la estructura industrial colombiana y la estructura industrial de esos países es cada vez mayor. Se debe mirar a nivel de la Asean no a nivel de los países, sino como bloque regional. Para concluir, creo que vale la pena hacer un esfuerzo en estos mercados desde el punto de vista de los exportadores colombianos; todavía se trata de mercados no comparables con el Asia del noreste. La diferencia es muy grande con cualquier tipo de indicador, es una diferencia muy grande, pero sí existen oportunidades, y un papel importante para organismos como PECC, PBEC, aunque también para Proexport.