
Cómo citar: Sakura, Kosuke, Ignacio Grávalos Lacambra, Manuel Alejandro Rufasto Ñañez y Patrizia Di Monte. "Procesos de diseño y construcción para la reapropiación ciudadana de los vacíos urbanos. El Proyecto Machi Hata en Nagano, Japón". Dearq no. 43 (2025): 55-65. DOI: https://doi.org/10.18389/dearq43.2025.06
Kosuke Sakura
Shinsu University, Japón
Ignacio Grávalos Lacambra
Universidad San Jorge, España
Manuel Alejandro Rufasto Ñañez
Shinsu University, Japón
Patrizia Di Monte
Grávalos Di Monte Arquitectos, España
Recibido: 15 de septiembre de 2024 | Aceptado: 25 de abril de 2025
El artículo desarrolla una metodología activa de aprendizaje-servicio como proceso de enseñanza en las facultades de arquitectura a través de la apropiación del espacio público por parte de la comunidad vecinal. Esta visión se ha puesto en práctica a través del Proyecto Machi Hata, enfocado a revitalizar tres áreas abandonadas en Nagano —Sukeroku Garden, La Rencontre Backyard y A Goat Garden— cercanas al Zenkoji Temple, transformándolas en "jardines ciudadanos". La investigación abarca las secuencias de análisis, proyecto y autoconstrucción de huertos comunitarios que hacen evidente el potencial de estos procesos, tanto en su dimensión pedagógica como en la regeneración urbana.
Palabras clave: educación, diseño y construcción, vacíos urbanos, huertos comunitarios, Machi Hata.
En las últimas décadas se han ido introduciendo en el sistema educativo estrategias docentes basadas en metodologías activas y, muy en concreto, las denominadas Aprendizaje-Servicio (ApS), que conectan las inquietudes académicas con las necesidades reales de la sociedad. En el contexto de las Escuelas de Arquitectura e Ingeniería, estas estrategias se desarrollan mediante la implementación de programas conocidos como educación de diseño y construcción, cuyos estudiantes trabajan desde el diseño arquitectónico hasta la construcción para interactuar con la comunidad local.
La metodología de diseño-construcción, derivada de enfoques de ApS, se considera beneficiosa como técnica de enseñanza práctica, ya que "permite a los estudiantes experimentar personalmente el proceso completo de construcción arquitectónica, aprendiendo a mediar entre las propuestas inicialmente teóricas y la dimensión prosaica de la realidad" (Delport 2016, 20). Estos modelos innovadores han sido ampliamente considerados en los últimos años por su capacidad de afrontar y resolver problemáticas sociales en el contexto de las comunidades locales (Kawasaki et al. 2019).
Dicho enfoque educativo permite a los estudiantes experimentar el proceso completo de la construcción arquitectónica, desde la teoría hasta la praxis, aportando enormes beneficios en su formación. Estas metodologías han sido ampliamente reconocidas por su capacidad para resolver problemáticas sociales dentro de las comunidades locales.
El enfoque integral de estas metodologías, que conlleva una colaboración interdisciplinar e inclusiva, permite una visión más compleja que supera los acercamientos meramente teóricos. El artículo plantea la "enseñanza en red" como base fundamental. Esta red no solo conecta los espacios intervenidos dentro del proyecto, sino que también se extiende a los vínculos sociales y el intercambio de conocimientos entre estudiantes y residentes. A través de esta dinámica, los estudiantes tienen la oportunidad de aprender conocimientos locales, como técnicas de agricultura, trabajo en bambú o innovaciones y soluciones creativas a problemas específicos de la comunidad. Al mismo tiempo, los residentes se benefician del conocimiento técnico de los estudiantes en procesos constructivos, métodos eficientes de gestión o innovaciones alternativas.
La investigación aborda la problemática de los vacíos urbanos y lo ejemplifica en un caso de estudio de la ciudad de Nagano, Japón, donde estudiantes de la Universidad de Shinshu colaboraron intensamente con comunidades locales. Esta experiencia escenifica nuevos modelos de interacción social y redefine el discurso académico al enfrentarse de manera directa con la realidad comunitaria, lo cual proporciona un enfoque más pragmático y constructivista en la enseñanza de la arquitectura.
La investigación afronta algunas de las consecuencias destructivas que las crisis económicas han generado en el espacio urbano, como solares abandonados o edificios en desuso. Estas crisis, detectadas ya a lo largo de los años setenta, han provocado que "la cada vez más veloz oscilación de los procesos productivos ha ido transformando el tejido urbano en función de la consecuente obsolescencia del espacio" (Harvey 1977, 45). Del mismo modo, autores como Jacobs la consideraban "una anomalía en la trama urbana y, sobre todo, desde una perspectiva urbana entendida como un continuum" (2011, 17). Sin embargo, estos vacíos pueden ser considerados como espacios de oportunidad para reconfigurar la vida urbana, donde más allá de su condición espacial, permiten que los ciudadanos los reconfiguren según sus necesidades (Grávalos y Di Monte 2014, 2022).
Desde un enfoque neomarxista, autores como De Certeau han investigado la concepción del "espacio público como el hecho capaz de componer otro mundo ya no recibido sino fabricado" (2007, 148), de modo que a las personas les sea posible subvertir el uso planificado de los espacios. Lefebvre, en el libro El derecho a la ciudad, denunciaba la "transformación del valor de uso de las ciudades 'la realidad urbana' en valor de cambio 'la mercantilización, especulación y consumo'" (1975, 76), en alusión a la necesidad de proteger el espacio urbano de la mercantilización. Para este autor, habitar significa apropiarse creativamente del espacio, transformándolo en algo más que un simple lugar físico: "convertir el espacio vivido en lugar, adaptarlo, usarlo, transformarlo y verter sobre él la afectividad del usuario, la imaginación habitante; práctica creativa que afirma la ilimitada potencialidad humana" (2013, 45). Este enfoque también ha dado lugar a una dimensión ambiental en la regeneración urbana, donde los huertos comunitarios se han convertido en una estrategia clave. En la década de 1970, movimientos como las Green Guerrillas de Nueva York o los Candem Street Farmers de Londres surgieron con el objetivo de establecer un apoyo comunitario, con una dimensión ambiental, social y educacional (Morán y Hernández 2009, 2011; Quesada y Matas 2018). En el contexto japonés, existen antecedentes basados en la reutilización de vacíos urbanos para crear huertos comunitarios, como el Huerto Comunitario de Miyazaki en 2001 o la Granja Comunitaria de Seseragi en 2008. Con el tiempo, estos van transformando su carácter productivo por su dimensión social, mostrándose tanto como instrumento comunitario como ambiental.
Los métodos de aprendizaje arquitectónico basados en el desarrollo de proyectos reales se han ido implementando paulatinamente en diversas escuelas de arquitectura. Uno de los casos seminales es el Rural Studio del profesor Samuel Mockbee, en la Universidad de Auburn, Alabama, creado en la década de 1990 (Mockbee y Ruth 2018). En este programa, diseñado para ayudar a las comunidades desfavorecidas del sur de Estados Unidos, los estudiantes participaban en la construcción de viviendas y edificios públicos utilizando materiales limitados y reciclados. El programa promovía una educación práctica en diseño-construcción que posteriormente se expandió a otros proyectos en Estados Unidos (Palma et al. 2021). Un aspecto relevante del Rural Studio fue su modelo pedagógico basado en la educación práctica en diseño-construcción, un enfoque que encuentra paralelismos con el Proyecto Machi Hata. En ambos casos se trata de programas de diseño y construcción donde los estudiantes adquieren experiencia directa mediante la intervención en el entorno construido. Sin embargo, mientras que el Rural Studio actúa en contextos rurales, el Proyecto Machi Hata, que se desarrolla en terrenos baldíos y edificios abandonados situados en el casco antiguo de la ciudad, aborda problemáticas urbanas específicas.
En el contexto francés, cabe destacar el concurso Les Défis du Bois1, organizado por la Escuela de Arquitectura de Nancy, Francia, desde 2005. Este evento se centra en el uso sostenible de la madera para la construcción arquitectónica, con participación mayoritariamente de estudiantes y jóvenes arquitectos. A través de este concurso, los participantes diseñan y construyen prototipos de estructuras sostenibles en un corto periodo de tiempo, fomentando soluciones ecológicas y prácticas. A diferencia del Proyecto Machi Hata, que se desarrolla de manera continua a lo largo del año con distintas intervenciones por temporada, Les Défis du Bois se lleva a cabo como un evento anual de corta duración.
Las referencias de intervenciones urbanas exitosas con una ambición docente han sido igualmente desarrolladas en el contexto latinoamericano. El caso de Altos de Pino en Bogotá2 es un ejemplo de urbanismo participativo donde la comunidad lidera la transformación urbana, con intervenciones en educación, medio ambiente y seguridad alimentaria. Impulsado por Proyecto Escape, Urbz Colombia y la Universidad de La Salle, combina talleres y soluciones construidas con materiales locales. A diferencia de proyectos académicos tradicionales, el proyecto surgió desde la comunidad e incorporó apoyo técnico universitario para fortalecer los modelos de autogestión. Su aportación a la enseñanza de arquitectura radica en la aplicación de metodologías participativas adaptables a contextos vulnerables. Al igual que sucede en Machi Hata, promueve procesos participativos, pero en comunidades en formación, no en zonas consolidadas en declive.
Desde 2015, el Colectivo Urb-i realiza en São Paulo intervenciones de urbanismo táctico mediante estrategias rápidas y económicas para la mejora del espacio público (Sansão et al. 2021). Aplica intervenciones temporales con materiales accesibles para evaluar soluciones antes de formalizarlas. Sus ejes clave son mejorar el espacio público y la seguridad peatonal, promover la movilidad activa y fortalecer la interacción social a través de procesos participativos. Contribuye a la enseñanza de arquitectura al fomentar el aprendizaje práctico, evaluar soluciones antes de consolidarlas y estimular la creatividad en el diseño urbano. A diferencia de Machi Hata, que crea nuevos espacios públicos en solares vacíos, Urb-i transforma espacios existentes con modificaciones temporales, como experimentos previos a su formalización.
El artículo se centra en la problemática de Nagano, pero necesita, para la comprensión del fenómeno, una visión más amplia del panorama japonés. Con objeto de dilucidar la transición de las escalas "macro-micro" en el estudio de ciudades y enriquecer el análisis metodológico, se considera importante determinar la tendencia más acusada en el territorio japonés. Existen múltiples investigaciones sobre el envejecimiento de la población japonesa. La brusca caída de la tasa de natalidad total se detuvo en 2005 en un índice del 1,26, y una tasa mantenida del 1,43 en 2017. Adicionalmente, el censo anterior en Japón registró una disminución de 962 607 personas entre 2010 y 2015, y se espera que esta tendencia continúe reduciendo la cantidad total de población a 88 millones en 2065, con un 38,4% de personas mayores (fig. 1).
Figura 1_ Tendencia de la población por edad (1920–2065).). Fuente: Población y Seguridad Social en Japón, Instituto Nacional de Investigación en Población y Seguridad Social.
Tras de la década de 1970, tanto "las tasas de inmigración como las tasas de emigración de la población regional disminuyeron en aproximadamente un 30%" (Nishioka et al. 2011, 10). La mayoría de los habitantes de la región tendían a trasladarse a las principales ciudades (Tokio, Kanagawa, Osaka, Aichi, Saitama, Chiba, Hyogo, Hokkaido, Fukuoka, Shizuoka, Ibaraki), todas con más de tres millones de habitantes (fig. 2).
Figura 2_ Población más grande por prefectura. Fuente: WorldAtlas.
Para determinar la tendencia más común de las denominadas shrinking cities, la investigación se basa en el número de prefecturas cuya población total disminuye durante un período. El censo anterior muestra que la población disminuyó en 40 prefecturas del 2005 al 2010, en 42 prefecturas del 2010 al 2015 y en 45 prefecturas del 2015 al 2020. Solo en Tokio y Okinawa el número de ciudadanos no disminuyó en 2020. Sin embargo, del 2020 al 2025 y del 2025 al 2050 la población comenzará a disminuir en Tokio y Okinawa, respectivamente (fig. 3).
Figura 3_ Disminución del número de habitantes por prefectura (autointerpretación). Fuente: Instituto Nacional de Investigaciones en Población y Seguridad Social.
Desde 2010, Japón ha entrado en un período de disminución de la población y un aumento del número de casas desocupadas, convirtiéndose en un problema social grave a escala nacional. La ciudad de Nagano, ciudad objetivo de este estudio, no es la excepción, con una tasa de viviendas desocupadas del 19,53%, que es más alta que el promedio nacional 13,55% (Statistics Japan 2018). Cada año aumenta el número de solares abandonados que se han convertido en terrenos baldíos por no encontrar la manera de reconvertirlos para otros usos tras la demolición de viviendas desocupadas (fig. 4).
Figura 4_ Tendencia temporal en el porcentaje de viviendas vacías por prefectura. Fuente: Statistics Japan.
Como consecuencia del envejecimiento de la población el número de casas unipersonales con personas mayores está aumentando, lo que hace necesario que los jóvenes se incorporen a las activades del barrio con el fin de crear comunidad. Uno de los métodos más comunes para resolver el problema son los jardines comunitarios creados en los terrenos baldíos que se generan por la demolición de las casas vacías, con lo cual se consigue darles uso y crear una red de comunidad.
El Proyecto Machi Hata3, impulsado por el profesor Kosuke Sakura, es un experimento social organizado por el laboratorio de arquitectura de la Universidad Shinshu para transformar áreas abandonadas en la ciudad de Nagano, Prefectura de Nagano. Se trata de un "jardín de los ciudadanos", un lugar para que estudiantes y residentes locales participen. Debido a que la construcción de edificios requiere conocimientos específicos no exentos de riesgos, las posibilidades de implicación de las personas locales son ciertamente limitadas. Así mismo, un sector de la sociedad especialmente vulnerable, como los niños y los ancianos, se enfrentan a limitaciones todavía mayores. El proyecto, en este sentido, introduce factores de inclusión, abierto a todos los sectores de la población.
Los objetivos del programa son los siguientes:
El programa, que continúa activo en la actualidad, abarca tres emplazamientos que han constituido las experiencias piloto (fig. 5). El primer proyecto, Sukeroku Garden, iniciado en 2016, propone la renovación de un edificio histórico abandonado junto con la transformación del jardín colindante. El segundo proyecto, La Rencontre Backyard, propone la transformación de un jardín vacío adyacente a un restaurante francés llamado La Rencontre, con el objetivo de crear un ciclo alimentario de residuos de cocina del restaurante - compostaje - cultivo de hortalizas - uso como alimento, implementando un espacio verde que aúna un sentido paisajístico con la secuencia natural de los alimentos. El tercer proyecto, A Goat Garden, pretende no solo utilizar el campo como granja, sino también proporcionar un espacio para la interacción entre los habitantes locales mediante la construcción de una cabaña para cabras y la cría de cabras. La granja de cabras comenzó como un método para desbrozar y fertilizar los campos, pero ahora ha evolucionado hasta convertirse en un área semipública donde los jóvenes y los ancianos del vecindario se relacionan con el cuidado de estos animales.
Figura 5_ Ubicación de los tres espacios urbanos (Sukeroku Garden, La Rencontre Backyard y A Goat Garden) intervenidos por el Proyecto Machi Hata y registro fotográfico de sus actividades. Fuente: elaboración propia.
En el Proyecto Machi Hata, los estudiantes aprenden bajo el método aprendizaje-servicio, ya que interviene tres áreas vacías, cada una de las cuales está vinculada a los edificios, campos y estructuras cercanas. En otras palabras, este proyecto puede clasificarse como educación de diseño-construcción lineal en lugar de educación de diseño-construcción basada en puntos.
El artículo examina en detalle la intervención realizada en Sukeroku Garden, un conjunto compuesto por una casa vacía, con una antigüedad de más de cien años, una parcela en pendiente de 300 m2 y un pequeño edificio de apartamentos existente. El proceso de diseño y construcción combina la rehabilitación de la casa abandonada y la intervención del terreno baldío adyacente en un proyecto iniciado en agosto de 2016 y desarrollado por fases hasta la fecha. La evolución de Sukeroku Garden ha estado marcada por transformaciones materiales, el crecimiento constante del número de participantes y la expansión de su red de contactos (fig. 6).
Figura 6_ Evolución de la renovación de Sukeroku Garden. Fuente: elaboración propia.
Se ha utilizado una metodología ApS de diseño-construcción en la que se ha introducido un proceso que establece las siguientes secuencias:
Figura 7_ Evolución de participantes en las actividades. Fuente: Registros fotográficos y cuestionarios.
Figura 8_ Evolución de la intervención del espacio en Sukeroku Garden a lo largo del tiempo . Fuente: elaboración propia.
Esta evolución muestra cómo el Proyecto Machi Hata, a través de Sukeroku Garden, pasó de ser un proyecto de reutilización de espacios y materiales a convertirse en un espacio de aprendizaje experimental para estudiantes de arquitectura. Así, el concepto de "red" no solo alude a las transformaciones espaciales, sino también a la construcción de vínculos sociales, lo cual refleja el carácter de servicio a la sociedad que contiene la arquitectura, así como la necesidad de la interacción y colaboración comunitaria para su desarrollo.
Hasta 2022, los tres proyectos piloto sirvieron como oportunidades de aprendizaje sobre diseño y construcción dirigidas por estudiantes. Sin embargo, estos tres lugares operaban de manera completamente independiente, sin ningún vínculo entre sí. Cada uno atraía a distintos actores sociales. Para interconectar estos espacios y fortalecer los lazos entre los ciudadanos, se organizó la Machi Hata Week (Semana de Machi Hata), del 21 al 27 de agosto de 2023. Esta Semana de Machi Hata se planificó a lo largo de todo el año y contó con la participación de reconocidos arquitectos y autores como profesores invitados4.
Las actividades incluyeron recorridos por los tres espacios y otras áreas de la ciudad, lo que permitió redescubrir la memoria histórica de Nagano. Además, se diseñó y construyó un kit de movilidad multifuncional utilizando bambú recolectado en el entorno cercano. Esta intervención compartía los métodos docentes antes señalados, en los que los procesos de diseño y construcción hilvanaban conceptos teóricos, técnicos y constructivos con una realidad operativa. Este kit servía tanto como mobiliario para el huerto urbano como artefacto activador durante el Nagashi Somen, una festividad profundamente arraigada en el imaginario vecinal.
La Semana de Machi Hata puso en escena las posibilidades del programa educativo de diseño y construcción en red, así como su impacto en los siempre delicados procesos de integración social. Gracias a esta iniciativa, el Proyecto Machi Hata evolucionó hasta convertirse en un programa educativo estructurado en red (fig. 9).
Figura 9_ Diagrama de la red espacial. Fuente: elaboración y fotos propias.
Durante la Semana de Machi Hata los participantes pudieron desarrollar sus conocimientos según sus inclinaciones dentro del proceso de gestión de espacios urbanos. Los estudiantes interesados en el diseño y la construcción trabajaron en el desarrollo del kit de movilidad. Aquellos con interés en la agricultura sembraron hierbas y las utilizaron en la preparación de alimentos. Los estudiantes enfocados en gestión y organización establecieron contacto con diversas organizaciones y grupos involucrados en el desarrollo de actividades en la ciudad de Nagano. En este contexto, se organizó una caminata en colaboración con R-Depot, una empresa de venta de mobiliario de segunda mano que organiza recorridos por puntos poco conocidos de la ciudad. Finalmente, aquellos inclinados por el ámbito académico participaron en debates con profesores invitados, quienes compartieron sus experiencias sobre proyectos similares en otras ciudades. De este modo, la Semana de Machi Hata no solo permitió la integración de los tres espacios bajo una misma red, sino que también brindó a los participantes diversas oportunidades de aprendizaje y colaboración. Esto fortaleció la conexión entre arquitectura, gestión urbana y comunidad.
El impacto de Semana de Machi Hata también se reflejó en el aumento del número de participantes en el Proyecto Machi Hata. Desde agosto de 2023, cuando tuvo lugar el evento, el número de participantes ha ido en aumento, con un crecimiento notable en diciembre de 2023, tendencia que ha continuado a partir de septiembre de 2024.
El Proyecto Machi Hata en la ciudad de Nagano incide en la potencialidad de la arquitectura como herramienta pedagógica a través de metodologías de diseño y construcción aplicadas a la regeneración urbana. La intervención en espacios en desuso, como Sukeroku Garden, ha permitido a los estudiantes experimentar de manera práctica la transformación del entorno, combinando la rehabilitación arquitectónica con la activación social y la gestión comunitaria a través de una metodología replicable.
El caso de Sukeroku Garden es clave dentro del proyecto, ya que evolucionó de una simple reutilización de materiales y terrenos baldíos a un laboratorio de aprendizaje experimental donde los estudiantes no solo adquieren conocimientos técnicos, sino que también desarrollan estrategias innovadoras de construcción sostenible y gestión urbana. El proceso, que ha sido progresivo, abarca aprendizajes de construcción y reciclaje, estrategias ambientales y creación de redes colaborativas multidisciplinares. Este enfoque en red ha demostrado no solo la capacidad transformadora del espacio, sino también la posibilidad de fortalecer los lazos comunitarios y la construcción colectiva del entorno.
En esta misma línea, la Semana de Machi Hata ha representado un paso fundamental en la consolidación del proyecto como un modelo educativo integral. La interconexión de los distintos espacios —Sukeroku Garden, La Rencontre Backyard y A Goat Garden— ha permitido generar un ecosistema de aprendizaje donde los participantes pueden explorar distintas áreas de interés, desde la construcción y el diseño hasta la gestión de espacios urbanos y la agricultura. Actividades como el desarrollo de un kit de movilidad multifuncional o la organización de caminatas urbanas, han facilitado la vinculación con la comunidad y han reforzado el papel del diseño y la arquitectura en la vida cotidiana de la ciudad.
Comparado con otros modelos de educación en diseño y construcción, Machi Hata se distingue por su enfoque en la regeneración de espacios urbanos consolidados. Mientras que otras iniciativas se centran en la formación técnica, Machi Hata, además de enfatizar en la construcción de redes sociales y el impacto comunitario a largo plazo, proporciona un modelo adaptable y escalable que puede replicarse en otros contextos urbanos con problemáticas similares.
Sin embargo, la continuidad y sostenibilidad de este tipo de proyectos depende de la implementación de sistemas de monitoreo que permitan evaluar su impacto real en la comunidad. Su desarrollo permitirá analizar los resultados y su impacto en el tejido urbano y social.
En definitiva, Machi Hata reafirma la importancia de la arquitectura como un medio para la transformación social y la educación en red. Su evolución, desde una intervención arquitectónica hasta un modelo de aprendizaje dinámico, demuestra que la regeneración urbana no solo se trata de recuperar espacios físicos, sino también de crear nuevas dinámicas de interacción y aprendizaje que fortalezcan el tejido social. En una coyuntura donde la obsolescencia urbana es una realidad creciente, este tipo de iniciativas abre nuevas perspectivas sobre la enseñanza del diseño y la construcción y consolida la idea de que la arquitectura no solo edifica, sino que también teje comunidad.
1 Véase https://www.enstib.univ-lorraine.fr/actualite/defis-du-bois-3-0-une-edition-culturelle/.
2 Véase https://urbz.net/es/bogota.
3 Machi es la palabra japonesa para 'urbano' y hata para 'jardín'.
4 En la "Semana de Machi Hata" intervinieron como autores invitados Asuka Nakamura, propietario de Natural Recipes Kitchen, Yugo Sato, propietario de la clínica Nokai Kitashinshu, Masayoshi Maruyama, especialista en artesanía de bamú, Tamami Masuzawa, propietaria de Nanographica Café y Patrizia Di Monte e Ignacio Grávalos, arquitectos especialistas en reativación de vacíos urbanos.