
Cómo citar: "Del pensamiento a la creación". Dearq no. 42 (2025): 85-134. DOI: https://doi.org/10.18389/dearq42.2025.09
Autoras: Susana Chicunque Agreda, Alexandra Cuarán Jamioy, Eliana Sanchez-Aldana, Andrea Botero
Año: 2023
Lugar: Valle del Sibundoy, Putumayo, Colombia
Bejay: envolver con agua
En torno a las prácticas para elaborar el tšombiach —faja tejida tradicional del pueblo Kamëntŝa—, nosotras, dos mujeres Kamëntŝa y dos mestizas blancas, reflexionamos colectivamente sobre la presencia y los problemas del agua. Según la cosmovisión Kamëntŝa, uaben bejay (el agua) es nuestra hermana. El agua es ciega y necesita ayuda humana para cuidar de sus travesías, sin embargo a veces olvidamos esto, como ha ocurrido en el territorio Kamëntŝa, con crecientes inundaciones en el valle causadas por la intervención humana.
También reflexionamos de forma más general sobre las lógicas del tšombiach. Lógicas en las que el envolver se concibe como una práctica de cuidado. Esta pieza no es una prenda de vestir y tampoco es un tšombiach. Se ha confeccionado para pensar y sentir con ella. Para implicar el cuerpo de quienes la llevan, para que puedan entrar en contacto, y enredarse con historias sobre el agua. La pieza se exhibe en un perchero que invita y permite a los visitantes probársela.
A grandes rasgos, la historia sigue las cinco formas de ser del agua: Agua-Tierra, el agua dueña de la tierra; Agua-Agua, un ser vivo; Agua-Aire, que corre libremente por el valle hasta que empezamos a controlarla; Agua-Fuego, cuando se enfada y reclama lo que le han quitado; Agua-Vacío, a veces se tranquiliza y se convierte en un espíritu calmado; Agua-Hermana, pidiéndonos que la cojamos de la mano y caminemos con ella por senderos y montañas del territorio.
La pieza es uno de los resultados de investigación/creación del proyecto "Del laboratorio y el estudio al bosque, al jardín y de regreso". La parte del proyecto en la que se produjo Bejay/Agua se realizó en estrecha colaboración con expertas tejedoras Kamëntŝa en Sibundoy, Putumayo.
Autores: Claudio Rossi, Daniela Atencio
Año: 2023
Lugar: Bogotá, Colombia
DESERT_Z es la materialización circunstancial del desierto de La Guajira desde dos aproximaciones: la primera, desde las traducciones de procesos temporales y espaciales expresadas con el brazo robótico. El tiempo en el movimiento y en la transformación de las piezas durante la exhibición (cronológica) conforman un conjunto de cambios y efectos precisos y performáticos. El robot, al editar el material por medio de la temperatura activó una doble lectura. El calor del desierto, su población y su cultura, pero también el calor como efecto climático global, ineludible e indetenible, descubriendo un paisaje oculto a lo largo de tiempo. La segunda, desde la traducción espacial y circundante del robot que recuerda a la Yonna Wayuú.
El robot, en su espacio de acción, promueve un 'alrededor' y un contexto temporal, donde los objetos materiales como 'intérpretes' (testigos verticales), fueron transformándose desde sus lógicas materiales. La coreografía robótica estuvo programada para ejecutar la edición de los doce de estos testigos. Ediciones de treinta minutos que representaron una compresión del tiempo estudiada con precisión desde el comportamiento material. Cada sesión de treinta minutos en la exhibición, representaron mil ochocientos segundos. Si cada segundo se traduce en un día (y una noche), estaremos acumulando un total de treinta hipotéticos años en las seis sesiones de ejecución que se programaron durante el evento del Pabellón. DESERT_Z fue entonces una interpretación programada sobre el pasado, el presente convulso y un paisaje futuro (año 2050). DESERT_Z fue un ejercicio de exploración sobre paisajes y materiales en Latinoamérica desde el uso del brazo robótico.
Autores: Studio Hifa
Año: 2023
Lugar: Bogotá, Colombia
Los hongos —organismos complejos y enigmáticos— son seres tan cotidianos que viven hasta en el aire que respiramos. Ellos, como tecnologías de la vida, pueden transformarse y permitirnos explorar nuevos paisajes. Con sus lógicas únicas, desafían las geometrías clásicas y nos invitan a repensar nuestras formas de diseñar. Su potencial para producir interfaces que unen la materia, la cotidianidad y el mundo digital con la biocomputación, nos adentra en un universo de múltiples realidades y posibilidades.
A través de la programación del micelio podemos abordar problemas de la estética de la complejidad y la materialidad, y encontrar formas más sostenibles de construcción. En un mundo donde la construcción es una de las industrias más contaminantes, el micelio se presenta como una oportunidad para reducir el impacto ambiental. Este organismo tiene el potencial de ser más respetuoso con el medio ambiente y de tener un menor impacto en el cambio climático. El micelio, como material, nos invita a explorar nuevas formas de creación. Su capacidad de ser cultivado mediante residuos orgánicos como fuente de nutrientes, nos muestra que desde la cotidianidad y los residuos se pueden obtener materialidades valiosas y duraderas. Con su estructura porosa y aislante, el micelio nos abre un mundo de posibilidades para la protección térmica y acústica en la construcción.
En este universo de múltiples realidades y posibilidades, los hongos nos permiten imaginar un futuro más sostenible y armonioso con la naturaleza. Con la exploración de las lógicas de los hongos y su capacidad de transformar lo cotidiano en algo excepcional, podemos repensar nuestra relación con el mundo natural y así construir un futuro más consciente y respetuoso con el planeta que habitamos.
Arquitectos: Fundación Promedio
Año: 2020 — 2022
Lugar: La Calera, Colombia
Como respuesta a las características de un terreno irregular, limitado por una escorrentía y una quebrada, el área construible para la casa estaba naturalmente demarcada por los espacios sin árboles. El reto de diseño para su arquitecto, Samuel Córdoba Olier, consistió entonces en dejarse guiar por esos tres espacios desprovistos de alisos, y para intervenir lo menos posible el tapete vegetal (como si se tratara de un terreno inundable de Tumaco), levantarse sobre pilotes. En dos naves habitacionales para cuartos, y una central para cocina, zona de lavandería con salida a la huerta, comedor, sala y baño, unidas a través de puentes cubiertos, se cimenta en concreto y se erige en una estructura de madera reutilizada, el Palafito Montañero. Se aprovechó la tierra extraída del mismo terreno para el relleno y acabado de sus muros, para demarcar sus corredores escalonados, que constituyen los accesos peatonales a la casa.
La tierra se siente en el interior de la casa, desde su textura hasta la gama de colores terrosos que se tornan cremosos al mezclarse con cal, y regula su humedad y temperatura. El diseño de lámparas, pisos y detalles ha sido el espacio de experimentación de arquitectura efímera para Catalina López B., quien se ha propuesto intervenir los muros inclinados de la casa a partir de la reutilización de diferentes materiales. El proceso de bioconstrucción, manual y lento, los ritmos de la naturaleza y los cambios en las vidas y obras de sus habitantes, los invita todos los días a un permanente ejercicio de cuidado y transformación, que les ha permitido reconocer las características y particularidades del territorio, la calidad de la tierra, las especies de fauna y flora del fragmento de bosque andino que los rodea, como también a gozarlo juntos y a compartir sus aprendizajes, aciertos y replanteamientos, en una escuela orgánica y abierta; un espacio de laboratorio vivo e inspirador para un permanente intercambio de vidas, oficios y conocimientos, abierto a creativos de todo el mundo y a sus experimentos.
Estudio: Espacio Crudo
Equipo: Andrés Felipe Caicedo, Paola Andrea Sánchez, Natalia Londoño
Año: 2021
Lugar: Bogotá, Colombia
"Dieta balanceada" es una negociación visual entre las cualidades ocultas de función y forma de los alimentos. Cuando pensamos en comida es común relacionarla directamente con su función principal, alimentarnos. Pasamos parte de nuestras vidas pensando en sus características funcionales, pues se nos ha dicho que, para tener una vida sana, un cuerpo saludable y una mente fuerte, debemos combinar en perfecta medida lo que le damos a nuestro cuerpo, en resumen, tener una dieta balanceada.
Enfocarse en la funcionalidad de un objeto fue una de las características principales de los movimientos arquitectónicos de postguerra que influenciaron la reconstrucción de ciertas ciudades. Reconstruir se volvió una prioridad para los países, pese a las circunstancias económicas que atravesaban en ese momento. El movimiento Brutalista entra en auge en la década de 1950, un tiempo en el que la escasez y el bajo presupuesto reforzaban la función sobre la forma. Este estilo dejaba en evidencia la materialidad de las construcciones que, organizadas geométrica y modularmente, formaban construcciones sólidas, tanto en materialidad como a la vista. Inspirados en las características formas de este movimiento, creamos seis bloques con la comida usada como un material de construcción, enfocándonos en entenderla desde su parte física sobre su capacidad de alimentarnos, asumiéndola como un material, de modo que sus propiedades físicas guiaran su forma final.
Clasificar un elemento como comestible hace parte de los acuerdos colectivos de cada sociedad, y, por consecuencia, muchos de los platos que se consumen son su reflejo, un enlace directo a una comunidad, pero también a nuestro hogar, lo cual revela que, si bien una receta se hace para alimentar, simplemente el consumirla nos hace pertenecer a un lugar. Cada sólido está construido con ingredientes comfort food, o una receta caserita —como le llamamos nosotros—, de esta manera, el resultado de cada estructura se convierte en una negociación visual entre los significados escondidos de los alimentos, su forma y su función.
Arquitecto: Alejandro Haiek Coll
Año: 2019
Lugar: Umbría, Italia
Durante una residencia en la Fundación Civitella Ranieri1, situada en un castillo del siglo XV en el centro de Italia, Alejandro investigó los alrededores del lugar y estudió cómo la naturaleza y la industria trabajaban cuidadosamente en tándem para formar el paisaje tradicional de Umbría. El proyecto surge como un punto de apoyo de las huellas en el paisaje desarrolladas dentro de una matriz de arte, diseño, ingeniería y relaciones sociales locales construidas a lo largo del camino. Como obra, no se materializa como objeto artístico, sino que documenta el intercambio dinámico de conocimientos y el aprendizaje a través de narraciones y recursos materiales compartidos. Mediante líneas, puntos, tiras y superficies, la topografía del lugar se transforma a través de este dispositivo arquitectónico, que deja huellas funcionales y seductores patrones operativos paralelos a las propias geometrías invisibles de la naturaleza.
Haiek cuestiona nuestra comprensión del mundo natural. ¿Qué es la naturaleza? ¿Cuándo y cómo la naturaleza se convierte en artificio?; o ¿cuándo el artificio parece "natural"? Este proyecto es un intento de demostrar cómo la "naturaleza" es una construcción relativamente artificial en el contexto de un paisaje postindustrial, y cómo los procedimientos, protocolos, instrumentos y herramientas traídos por la industrialización evolucionan lentamente, hacia la tradición y el conocimiento cultural.
Se formulan tres actos como estados de investigación: Vincular tradiciones, el primer acto, se centra en la cartografía social, documentando historias paralelas, memorias del lugar, narraciones cruzadas y testimonios del paisaje. En el segundo acto, Coreografías de paisajes, se utilizó el paisaje como lienzo para trazar el territorio y se organizaron los elementos que lo configuran en geometrías lógicas; la acción performativa transforma el lugar en una topografía activa. El último acto, Performance tectónica, consiste en una instalación que configura un nuevo territorio con elementos de la vida cotidiana. Los materiales funcionan como dispositivos recursivos que hibridan el inventario básico de la industria con la materia viva del lugar.
1 Este proyecto es el resultado del premio WOJR/Civitella Ranieri Architecture Prize del 2019, otorgado por la fundación Civitella Ranieri.
Arquitecto: Paulo Tavares
Colaboradores: Asociación Bö'u Xavante
Año: 2013 – presente
Lugar: Marãiwatsédé, Mato Grosso, Brasil
Entre las décadas de 1950 y 1960, el pueblo A''uwe - Xavante, una nación indígena del centro de Brasil, se vio sometido a una brutal campaña de despojo de sus tierras y desplazamiento forzado, con el fin de habilitar tierras para la explotación ganadera y para el cultivo de soja. Dicha campaña, oficialmente denominada "pacificación", formaba parte de una estrategia más amplia de colonización territorial que el ejército brasileño describía como una "ocupación de vacíos demográficos".
En colaboración con la Asociación Bö'u Xavante de Marãiwatsédé, realizamos un mapeo de los antiguos poblados de los que la nación indígena fue forzada a desplazarse. Todos los lugares que identificamos revelan una característica notablemente similar: sobre las huellas en forma de arco que quedaban de los antiguos poblados crecieron parches de vegetación en los que se mezclan árboles grandes y medianos, así como palmas y otros tipos de plantas y vides. Estas formaciones botánicas contienen especies que están íntimamente relacionadas con los procesos tradicionales de ocupación y los sistemas de gestión territorial del pueblo Xavante.
Estas formaciones botánicas son, de múltiples maneras, el producto del diseño de los poblados indígenas. De esta forma, son el equivalente de una ruina arquitectónica, con la diferencia de que estas están vivas. Entonces, nos preguntamos: ¿es posible considerar los árboles, las vides y las palmas como monumentos históricos? ¿Es el bosque un "patrimonio urbano" de las formas de diseño no occidentales?
La memoria colectiva del pueblo Xavante subsiste en el tejido vivo del bosque. No obstante, la mayor parte de este patrimonio arqueológico se encuentra en propiedades privadas a las que ellos no pueden acceder, por lo que su riesgo de desaparición es inminente a medida que avanza la frontera agrícola.
Presentamos aquí un borrador de la petición que radicaremos ante el Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional de Brasil (IPHAN) y la UNESCO, con el objetivo de solicitar que los parches de vegetación que atestiguan la existencia de los antiguos asentamientos del pueblo Xavante se reconozcan y protejan en su calidad de patrimonio arquitectónico. La petición incluye una serie de protocolos, así como archivos visuales, mapeos y notas de campo que identifican dichas formaciones botánicas como yacimientos arqueológicos y que exploran las conexiones entre paisajes naturales y culturales, tal y como se definen por las clasificaciones que dan forma a las colecciones, los archivos y los museos de la modernidad colonial, tanto de la historia natural como de la arquitectónica.
Autor: Leonel Castañeda Galeano
Año: 2015
Lugar: Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, Bogotá, Colombia
La caja negra es un dispositivo —ubicado principalmente en aeronaves, aunque también se lo encuentra en automóviles y trenes— cuya función consiste en registrar datos de navegación que contribuyan luego a determinar las causas de un accidente. Este dispositivo unifica la información y la dispone en un mismo nivel. El accidente, ese hecho no anunciado que sobreviene más allá de todo cálculo, exige volver sobre esos datos y leerlos con el fin de recalcular nuevas posibilidades y evitar que cualquier falla detectada se produzca de nuevo.
En el año 2025 se conmemoran cuarenta años de la tragedia de Armero en Colombia, un desastre natural producido a consecuencia de la erupción del volcán nevado de Ruiz, que tomó por sorpresa a los pueblos cercanos y ocasionó la muerte de veintitrés mil personas, aproximadamente. A pesar de que unos dos meses antes de la erupción múltiples organismos vulcanológicos advirtieron al Gobierno de la inusitada actividad volcánica, no hubo una respuesta adecuada y su incapacidad para reaccionar tanto en el momento de la tragedia como luego frente a las secuelas, quedó en evidencia. Este episodio marcó la historia del país y se convirtió en un referente de dolor, del desamparo estatal y su ineficiencia.
El proyecto "Caja negra, Armero" no pretende cajanegrizar, es decir, vaciar en cajas negras, sino reapropiar una memoria de cuerpos, hacerlos relevantes; propone una articulación entre el contenedor y su contenido que opere como teatro de la crueldad y dispositivo de memoria contenida en las imágenes; es una reflexión y reinterpretación del contexto nacional en términos de vulnerabilidad.
Desarrollado a partir de una serie de collages ubicados en el interior de un contenedor, "Caja negra, Armero" fue expuesto en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación entre noviembre y diciembre de 2015 para la conmemoración de treinta años de la tragedia, y luego en la Galería Espacio El Dorado durante el primer semestre de 2016.
Autores: Alexander Gümbel, Daniel H. Nadal y Santiago Caicedo de Roux
Año: 2023
Lugar: Bogotá, Colombia
El espacio de los Conciertos Visuales se concibió como un proyecto de encuentro espontáneo y afortunado ente tres autores de piezas audiovisuales. El espacio pretendía ser una pausa dentro del ajetreado programa de un congreso y propuso un momento y lugar para conversar tranquilamente mientras se hacían proyecciones de temas diversos, pero relacionados desde diferentes perspectivas con los nuevos medios de producción de conocimiento. El ambigú de delicias visuales estaba compuesto por una serie de cortometrajes deconstructivistas —dirigidos por Santiago Caicedo—- protagonizados por las estructuras y el espacio; cuatro encuentros entre la música vocal a capela (con el Ensamble Vocal '12 para las 8') y la arquitectura acerca de lo que significa "lo sagrado", dirigidos por Alexander Gümbel; y el documental Los Colores del Níspero, dirigido por Daniel H. Nadal, que propone una lectura transversal de las investigaciones sociales para descubrir las sutiles relaciones que existen entre valores tangibles e intangibles de la comunidad afrodescendiente Ma-Ma-jarí. Las tres propuestas se conectaron por el carácter transversal del medio audiovisual, de las aproximaciones investigativas y de la búsqueda de audiencias alternativas a la academia tradicional, con el fin de compartir e intercambiar reflexiones en torno al espacio y cómo nos relacionamos con él.