El Mercado de la Barceloneta, y a razón de su ubicación, mantiene una estrecha e histórica relación con los marineros y los pescadores de las comunidades locales. El nuevo edificio, reconstruido entre 2005 y 2007, recupera la estructura original de 1884 y el papel preminente del mercado en la vida de la comunidad. En realidad, el Mercado siempre ha sido un elemento de cohesión social del barrio, un referente para sus habitantes. A partir de esta relación humana, el edificio pretende formar parte del barrio, de su trama urbana y convocar, por lo tanto, hacia las plazas anterior y posterior, esta última antiguamente inexistente.
Las estructuras metálicas propuestas construyen los nuevos espacios del mercado, sin tocar el suelo o la estructura original. Entre las dos estructuras se establece una coreografía formal que acoge salas, restaurantes, un aparcamiento, un servicio de entrega a domicilio y un supermercado que les permite a los visitantes abastecerse de todas las compras necesarias con una sola visita. Adicionalmente, y en cubierta, el mercado presenta paneles solares que producen alrededor del treinta por ciento de la energía utilizada.