El nuevo mercado se concibió como una gran cubierta que descansa sobre una trama de altos pilares. Los módulos de la cubierta metálica de 6 × 6 metros definen una planta libre y flexible para la instalación de locales en dos niveles. Cada módulo de apoyo está conformado por una estructura piramidal invertida con techo traslúcido que genera un patrón de iluminación interior evocativo del que produce el follaje de los árboles.
La volumetría exterior busca asociarse armónicamente con la Pérgola de las Flores. Volúmenes de igual altura, modulación y materialidad forman una sola unidad entre los tres edificios. Un edificio de simpleza formal y constructiva pensado para una gran intensidad de uso y como ícono arquitectónico en un lugar significativo de la ciudad. Las Pérgolas de las Flores de San Francisco y Santa María basan su diseño en la reinterpretación de las fachadas continuas de los barrios vecinos de Recoleta e Independencia.
Dispuestos en la periferia, los locales dan la espalda a la calle y se abren al patio cubierto interior. Si bien los exteriores destacan por su atractivo volumétrico y formal, es en el interior donde las pérgolas cobran todo su valor. Un gran patio, semicubierto y sin apoyos intermedios, recibe al visitante y le ofrece el espectáculo floral.









