Desde su creación, en el 2007, la revista Dearq ha tenido graduales transformaciones que han conducido al enriquecimiento de sus contenidos y variedad de sus secciones; a una mejor calidad de sus artículos, con una mayor participación de autores internacionales, y a una clasificación y reconocimiento en el ámbito académico, cada vez más altos. Eso se ha logrado gracias a los aportes de un gran número de personas, tanto del equipo interno de la Revista como de otras instancias y grupos de trabajo. En esta oportunidad, hay un agradecimiento muy especial para Martha Lux Martelo, editora general de la Facultad de Ciencias Sociales, de la Universidad de los Andes, quien le ha brindado a Dearq una valiosísima orientación.
Cada edición de Dearq ha tratado un tema diferente asociado al oficio de la arquitectura y de la relación de esta con otras disciplinas, nociones o fenómenos sociales. Con este número 19, dedicado a la relación entre antropología y arquitectura, se abordan situaciones sociales, simbolismo de las instituciones, memoria del pasado, representación de políticas y discursos de orden en una comunidad, como algunas de las nociones que encuentran en la arquitectura el escenario para su transmisión.1
La arquitectura y las intervenciones que en ella se hacen son una manifestación de cultura material que, en cada momento de la historia y para cada sociedad, puede interpretarse y analizarse como un reflejo de las condiciones dadas en el tiempo y el lugar en que se presentan. También es posible observar cómo la arquitectura es transformada y adaptada a la relación cambiante de las personas con el entorno, donde el espacio construido y los elementos que lo conforman o se insertan actúan como mediadores; mientras que en otros casos constituye un elemento transformador que reordena y reorganiza la relación con el mundo. Habitar es la acción de convivir, y el edificio actúa como mediador con el entorno.2 Por otro lado, el comportamiento de las personas y su manera de relacionarse con un lugar puede estar afectado por el espacio construido, el cual establece límites o abre comunicaciones. La arquitectura tiene la capacidad de “ordenar el entorno del ser humano y establecer relaciones entre ambos”.3
En el marco de estas consideraciones, la revista Dearq presenta una selección de artículos, proyectos, reflexiones, fotografías y una entrevista, todos desde un enfoque interdisciplinar que busca abrir un campo para el diálogo entre las diferentes perspectivas culturales. Adicionalmente, la sección Dossier contiene artículos sobre otros temas, siempre bienvenidos y acordes con el espíritu incluyente y variado que caracteriza a Dearq.
Por último, esta es la ocasión para despedirme de la labor de editor de la revista Dearq, después de cinco años y medio, durante los cuales doce números fueron publicados y dos más se encuentran en proceso de edición. Ha sido un gusto y un privilegio haber trabajado con el equipo Dearq, con los múltiples autores y colaboradores de este proyecto editorial.