La excavación en los archivos aumenta la posibilidad de las sorpresas.
Uno se puede encontrar algún material que no encaje
con la imagen aceptada de las cosas pretéritas.
Robert Darnton (2005, p. 271).
Presentación
El estudio de las élites culturales y de la diversificación tanto de los proyectos científicos como de las funciones políticas de los hombres de letras en el siglo xix ha sido uno de los temas centrales en la historia intelectual latinoamericana. Este siglo ha llamado la atención a los historiadores por ser el momento en el que se diferenciaron, modificaron y ampliaron los saberes, las ocupaciones y la participación de los letrados en el escenario de la discusión política (Myers, 2008, p. 35), sobre todo ante el desafío que asumieron y se plantearon muchas provincias al buscar constituirse en repúblicas, naciones y Estados independientes. Este desafío, sin embargo, no solo dependió de los propósitos y las ideas de los ilustrados republicanos, sino de las actividades y las relaciones entabladas con las comunidades locales; relaciones y actividades que, en muchas ocasiones, permitieron llevar a cabo diversas iniciativas para inventar la comunidad política imaginada (Anderson, 2007). Tal como aconteció en los Estados Unidos de Colombia (1863-1886), donde los intentos por elaborar la cartografía, la geografía y la historia de la patria dependieron en ciertos lugares y momentos de las informaciones, las exploraciones y los conocimientos ofrecidos por los maestros de las escuelas en las ciudades y los distritos parroquiales donde laboraban.
En 1874, por ejemplo, la Dirección de Instrucción Pública del Estado Soberano de Bolívar encomendó a los maestros la tarea de recopilar todos los datos geográficos e históricos de las cabeceras provinciales y los distritos parroquiales donde desempeñaban sus funciones educativas, con la finalidad de utilizar esa información para rectificar y precisar tanto el mapa como los aspectos geográficos e históricos de los municipios que hacían parte de aquel Estado. Esta iniciativa surgía en respuesta a los inconclusos datos que se tenían sobre la “naturaleza del terreno”, en especial sobre los bosques, los caminos, los ríos, los límites, las distancias, los productos naturales, los pobladores, las costumbres, los hábitos, entre otros aspectos de los pueblos, para poder conocer así con exactitud su ubicación y sus actividades productivas. Se trataba de imitar y continuar el trabajo que había realizado el preceptor Domingo Jiménez en la provincia de Corozal, quien en 1873 había escrito a título personal la Geografía física y política de la ciudad de Corozal, impresa en Mompox en la Imprenta de “La Industria”, gracias a los datos que en gran medida había podido consultar en su comunidad. Desde luego, con esta iniciativa se esperaba completar los pocos registros sobre la configuración geográfica que había dejado la Comisión Corográfica, la cual se había suspendido en esa zona del país tras la muerte de Agustín Codazzi en el año de 1859 (Appelbaum, 2016).
A pesar de la existencia de la Geografía histórica y estadística de la provincia de Cartagena, publicada por Juan José Nieto en 1839; de la Geografía física y política del Estado de Bolívar, presentada por Felipe Pérez en 1863; y del Tratado de geografía física y política del Estado de Bolívar, dedicado a la enseñanza, de Dionisio Araújo, aparecido en 1871, se convocó entonces a los maestros para que describieran la naturaleza del territorio donde residían o a donde eran enviados a trabajar tras sus nombramientos por parte de la Dirección de Instrucción Pública del Estado Soberano de Bolívar. Esa relación del humano con la naturaleza, a veces abordada para el caso del siglo xix a la luz de los grandes pensadores o de los letrados con cierto reconocimiento y protagonismo en el mercado de las letras, dio lugar a la aparición de varias comunicaciones o contestaciones escritas y remitidas por los preceptores para dar su punto de vista sobre el mapa, la geografía y la historia especial de los distritos. Dada la importancia del caso, muchas de esas informaciones fueron publicadas en la Gaceta de Bolívar entre 1874 y 1876.
Los documentos que se presentan aquí tienen el propósito fundamental de recuperar ese pequeño “patrimonio documental” que circuló de manera oficial por la Gaceta de Bolívar y sirvió para contrarrestar o “repensar” las formas como se estaba representando la naturaleza del territorio. Las informaciones fueron enviadas por los maestros desde capitales provinciales reconocidas en el panorama nacional como Cartagena, al igual que desde poblaciones como Sabanagrande, San Sebastián de Madrid, Corozal, Chinú, Turbaco, Sahagún, Sabanalarga, San Juan, Santo Tomás, Ovejas, Morales, Ciénaga de Oro, Sincelejo, Montería, entre otras comunidades que tenían más de 50 años de existencia y habían podido conservar su rótulo como capitales provinciales y —en otros casos— como distritos parroquiales, gracias a su participación en los procesos de independencia. En total, se han transcrito 26 documentos, entre los que están las circulares oficiales sobre solicitud de datos, las polémicas sobre el mapa que se estaba elaborando, la inexactitud y precisión de la geografía, la actualización de los conocimientos existentes y las dudas que se tenían en cuanto a las consultas realizadas.
Desde luego, la relevancia de esas informaciones recopiladas también radica en el hecho de que ponían en evidencia las formas como los maestros interactuaban, indagaban, accedían y construían el conocimiento sobre la naturaleza (Silva, 2005). Lejos de ser un asunto “especulativo” o consecuencia de la libre “imaginación”, los datos enviados por los preceptores eran el resultado de observaciones directas (es decir, de las medidas río a río, de las distancias, de las precisiones de los lugares y de un conjunto de actividades “etnográficas” efectuadas en su comunidad), al igual que de la recopilación de datos en los censos, los diarios, los libros, los archivos eclesiásticos y, ante todo, de las consultas y testimonios obtenidos por parte de los habitantes de los pueblos de las provincias. Todo lo anterior constituye una clara muestra, por un lado, de que la elaboración de la geografía histórica pasaba por el registro de las relaciones entre los maestros y las comunidades locales; y, por otro lado, de que las representaciones del territorio y del pasado hay que entenderlas no como simples “narraciones”, sino en el marco de un conjunto de prácticas científicas que intentaban dotar de cierta validez tanto a las opiniones como a las correspondencias enviadas.
Quizá, los documentos presentados aquí sirvan para avanzar en el terreno de la investigación de la historia social de la educación, de la historia intelectual, de la historia de la cultura escrita, de la historia ambiental o de la historia de la sociedad que rescate la relación de los maestros con la naturaleza y los proyectos científicos destinados a la construcción de la dimensión territorial del Estado. Detrás de todas esas comunicaciones enviadas desde las capitales provinciales o desde los lejanos distritos parroquiales se expresan todas unas experiencias llenas de entusiasmo, pero también de muchas incertidumbres, de emociones y desencuentros con lo que se decía sobre el lugar donde residían, de reclamos y representaciones por los territorios que se señalaban o se dejaban por fuera de la inicial propuesta cartográfica, de los recursos naturales y la pobreza de los municipios, de los archivos locales y del testimonio directo o indirecto de los habitantes, de la lectura y la validez o las dudas sobre los textos existentes, del trabajo y la cercanía de los maestros con la comunidad donde trabajaban y del compromiso de hacer llegar lo solicitado a las autoridades educativas estatales.
Estos documentos constituyen una invitación también a repensar y propiciar un diálogo académico, hoy más que necesario, sobre el rol del maestro en los contextos rurales más allá de la legislación que lo regulaba, de su vinculación a determinados partidos políticos o de su labor educativa dentro de una determinada escuela. En Colombia, el maestro no solo era un ideal en el siglo xix, sino una realidad y una actividad (aunque llena de dificultades y limitada muchas veces por la escasez de recursos) desde donde se ostentaba o se buscaba construir un saber al servicio de la comunidad local y nacional. De allí la importancia de los documentos seleccionados para avanzar en ese terreno de la investigación de las relaciones entre el humano y la naturaleza. Desde luego, las contestaciones recopiladas, como se nota a continuación, conservan la autenticidad de las maneras de escribir en el siglo en que fueron producidas (especialmente en cuanto a los usos de la ortografía o de la gramática castellana en su momento). Las únicas variaciones que se han hecho consistieron en colocar las acentuaciones (particularmente las tildes) a algunas palabras acorde a nuestro español contemporáneo, para facilitar así la lectura de ese cúmulo de experiencias escritas por los maestros desde su lugar de origen, desde su lugar de residencia o a donde iban a laborar día tras día.
Documento 1
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 905, Cartagena, 31 de marzo de 1874, p. 87.
En que se promueve la redacción de la jeografía particular de los distritos
Estados Unidos de Colombia. — Estado Soberano de Bolívar — Dirección jeneral de Instrucción pública — Sección 1. — Negocios jenerales — Circular número 6. — Cartajena, Marzo 13 de 1874.
Señor Director de la Escuela pública de varones del distrito de…
Es mui probable que haya Ud. Visto la jeografía que, de la ciudad de corozal, ha escrito i publicado el Señor Domingo Jiménes, ex –Preceptor de escuela de niñas de aquel distrito.
La importancia de la obrita de que me ocupo es tal, a mi entender, que quisiera que en todos los distritos, mui particularmente en los que son capitales de provincia, se emprenda un trabajo final; i es con el objeto de excitar al patriotismo de Ud. i su amor a la propagación de las luces, que remito a Ud. la presente circular, a efecto de que emprende un trabajo análogo, si nó para qué redacte i publique un libro semejante, referente a ese distrito, al menos para que reúna el mayor número de datos posibles i los remita a esta Dirección, la que promete obrar, llegando al caso, de la manera que lo crea más favorable al bienestar de las distintas localidades del Estado.
La naturaleza de terreno en que está situado ese pueblo i la de sus inmediaciones, la de sus bosques, pampas i aguadas & e., la de sus productos naturales, la constitución, el carácter, los hábitos i costumbres de los habitantes de ese pueblo, deben llamar la atención de Ud. de una manera especial, como que son indispensables para conocerlos debidamente i promover en consecuencia, cuanto pueda convenirle, ya material, ya moral, ya intelectualmente.
Sabe Ud. bien quo la misión que tienen hoi los Directores de las escuelas públicas, no es la de enseñar a los niños a repetir cierto número de reglas escritas en los libros, sino el de educarlos, en cuya palabra está comprendida no solamente la ilustración de su entendimiento, sino la formación del joven. Material, moral e intelectualmente, en términos tales, que sea apto para llenar más tarde la complicada misión de ciudadano de una República libre y civilizada, condiciones que no se conocen, si el individuo no se conoce a sí mismo, si no conoce a sus semejantes i si no conoce a su patria, particularmente la localidad donde se meció su cuna, donde están vinculados sus más caros intereses, como los de familia, i en donde es más que probable se abra el sepulcro de sus padres.
No duda, pues, el infrascrito que Ud. dará a esta nota la importancia que se merece, i que obrará en el sentido i con el interés que en ella se indica.
De Ud. atento estimador.
M. Verbel
Documento 2
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.175, Cartagena, 7 de julio de 1875, p. 604.
INSTRUCCION PUBLICA.
CIRCULARES.
En que se piden datos para reformar el mapa del Estado.
Estados Unidos de Colombia. — Estado Soberano de Bolívar. — Dirección jeneral de Instrucción pública. — Circular número 14. — Cartajena, 28 de Junio de 1875.
A los señores Directores de las Escuelas públicas de varones i a los Preceptores de las niñas del Estado.
En circular del día 27 de Febrero del año último, marcada con el número 2, dije a U. lo siguiente:
“Esta Dirección considera de suma importancia el perfeccionamiento del mapa del Estado, ya completándolo en la parte deficiente, ya rectificándolo en las partes respectivas. En consecuencia, i con objeto de promover aquellas mejores, recomiendo a U. mui especialmente, haga un estudio minucioso del mencionado mapa, i envíe a esta Dirección las observaciones que el mencionado estudio le sujiera, acompañando el diseño respectivo llegado el caso.
“El infrascrito no duda que U. dará a este asunto toda la importancia que se merece, i que pasará a este asunto toda la importancia que se merece, i que a este despacho los documentos que se piden, en tiempo oportuno, para que pueda ocuparse de ellos en el informe que debe pasar al Poder Ejecutivo del Estado n el mes de Agosto venturo.
“Más: para que esta dirección no llegue a creer que el silencio de U. es debido a la falta de interés en el negociado de que trata esta nota, le encarece que, en el caso de que nada se le ocurra, después de estudiar el mapa, lo manifieste así oficialmente a ella.”
Como hasta el presente no se han recibido en este despacho los datos respectivos, el infrascrito señala el mes de Agosto venturo, para que en todo él le comuniquen todos i cada uno de los Directores i Preceptores, las observaciones que hayan hecho sobre el particular; entendiéndose que el que nada tenga que observar respecto al mapa de Bolívar, debe comunicarlo así, i declarar que lo cree perfecto, al menos en cuanto al diario de que sea Director o Preceptor.
El día 15 de Setiembre declarará el infrascrito incurso en la multa de diez pesos a todo Director i Preceptor que no haya suministrado el informe que se pide.
De U., atento seguro servidor
M. Verbel
Documento 3
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.175, Cartagena, 7 de julio de 1875, p. 604.
En que se solicita se escriba la historia especial del Estado de Bolívar.
Estados Unidos de Colombia — Estado Soberano de Bolívar. — Dirección jeneral de Instrucción pública. — Circular número 15. — Cartajena, Junio 28 de 1875.
A los Sres. Directores de las Escuelas públicas de varones i a los preceptores de las de niñas.
Con fecha 27 de Febrero de 1874, i marcada con el N.° 3 pasé a Usted una circular, que dice así:
“Esta dirección desea que se escriba la historia especial del Estado de Bolívar; i a efecto de promoverla encarece a Usted que haga cuanto este de su parte i su patriotismo le sujiera, para proporcionarse datos que puedan servir para la historia dicha, sirviéndose enviarlos a este despecho”
“El infrascrito espera que Usted atenderá a la excitación que se le hace, creyéndolo penetrado de la importancia del asunto de que trata esta nota”
Espera esta dirección que de la fecha en noventa días, le transmita Usted los datos que estén empleados, i de acuerdo con la circular primitiva.
Quince días después de cumplido el plazo indicado, declarará el infrascrito incurso en la multa de seis pesos a todo Director o Preceptor que no haya cumplido con lo que aquí se le ordena.
De Ud. atento seguro servidor
M. Verbel
Documento 4
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.228, Cartagena, 7 de septiembre de 1875, p. 816.
INSTRUCCION PUBLICA.
Contestación de una circular de la Dirección jeneral
Estados Unidos de Colombia. — Estado Soberano de Bolívar. — Número 10 — El Director de la Escuela Modelo,
Al señor Director Jeneral de instrucción pública. - presente
En cumplimiento de la exijencia de su circular número 14, i después de haber revisado minuciosamente el mapa del Estado de Bolívar, paso a darle los pocos datos que el estudio de dicho mapa me ha sujerido.
La primera falta y quizá la más esencial es, la dimensión del mapa; es tan pequeño que no puede hacerse una clase, sirviéndose de él, sin tener que estarlo mostrando, tomado en mano, a cada alumno en particular.
Creo conveniente que, además de la división del territorio en provincias, como está en el mapa que nos ocupamos, se dividan éstas, como debe ser, en sus correspondientes distritos, marcándose bien sus límites i terrenos con diferentes colores, no olvidando ninguno por insignificante que nos parezca.
En el mapa en cuestión faltan algunas capitales de distritos en algunas provincias.
Faltan también muchos caminos, i entre los que hai dibujados, algunos lo están mal en cuanto a dirección i sinuosidades. Es de mucha importancia, no solo marcar caminos de hierro, sino las trochas que nos sirven de comunicación; hecho esto tal como debe ser, el uso de los guías o vaquianos, que especulan con los viajeros, quedaría suprimido.
En cuanto a telégrafos habidos i por haber o en proyecto, que se marquen sus direcciones con señales particulares y distinguiéndolas.
Grandes ciénagas en cuyas orillas vejetan algunas de nuestras aldeas, sirviéndoles de comunicación, sacando de ellas sus escasos alimentos, i en cuyas fértiles inmediaciones cosechan muchas de nuestras producciones, las que son cambiadas por los productos más necesario a la vida de dichas jentes, han sido suprimidas; seria mui convenientes tenerlas en consideración.
Es mui necesario un mapa bien trazado como se propone usted ejecutarlo, no olvidando dibujar los nombres de los puntos que se quieren representar; pero a la par de este, debiera estar uno igual, pero mudo; el uso simultaneo de ambos de una escuela, produce mui buenos resultados.
Para mayor exactitud, sería mui conveniente que el Gobierno nombrara, si puede individuos idóneos para levantar planos, delinear terrenos &, con cuyos datos se haría una obra útil i exacta al mismo tiempo.
Creo que los pocos datos que dejo apuntados, no se han escapado a la penetración de Ud; pero en cumplimiento de un deber, que dejo satisfecho, he querido mencionarlos.
Con sentimientos de consideración me suscribo su seguro servidor,
José Martin Blanco C.
Documento 5
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.240, Cartagena, 22 de septiembre de 1875, p. 865.
Datos suministrados por el Sr. Director de la escuela de varones del Distrito de Sabanagrande, para la Historia especial del Estado.
El distrito de Sabanagrande diste de Cartajena, capital del Estado, trece miriámetros en dirección E. N. E. i de Barranquilla 3 por el lado del Sur. En su orijen fué una aldea, que dependió en lo civil i eclesiástico de la antigua parroquia de Santo Tomas. Hoi cuenta con 1.578 habitantes, según el último censo de la población, i ocupa una área de 360.000 metros cuadrados, sobre un terreno plano i arenoso. Sus calles son rectas i bien delineadas de N. a S.; tiene un hermoso templo de ladrillos i mezcla, cuyos capitales o columnas están trabajadas al orden toscano, aunque algunos desniveles han causado desplomo de algunos de sus arcos. En la actualidad se trata de la recomposición de esa iglesia; i esperamos que el Dios de los destinos de este lugar conjure tempestades domésticas.
Los terrenos que posee por posesión inmemorial, i que hoi el dedo de la especulación pretende señalar a soñados poseedores, son propios para el cultivo del algodón, de la caña de azúcar, del maíz, de los frisoles, del arroz, plátanos, batatas i tabaco, aunque no de mui buena calidad por defecto de buenas semillas i de métodos adecuados; todo se cosecha, haciendo con esos efectos de cambio un continuo comercio con Barranquilla de este Estado, i Sitionuevo del Estado del Magdalena.
Sabanagrande situado a una milla de la márjen del rio Magdalena, con quien se comunica con un caño artificial que le trae sus aguas i forma y forma en ella una ciénaga inmediata l pueblo que le proporciona a sus habitantes pezca i oros beneficios. Los vecinos son de carácter pacífico, de mui buena índole, poco inclinados a los vicios, viven entregados a sus ocupaciones os agricultores. Esta población, por su posición topográfica, esta desprovista de bosques i pampas; sus inmediaciones están ocupadas con labores i crías de ganados, mui especialmente del vacuno. Impropiamente se le ha dado a este pueblo el nombre que lleva, pues en sus inmediaciones i en la vía que conduce al distrito de Santo Tomas (de quien dista 2.858 metros) apenas se encuentra alguna que otra sabana de mui corta extensión.
En el año de 1815 fue incendiado i arrazado por los solados al mando del inglés Comandante Santiago Stuart, cuyos desaciertos, abusos i depredaciones no corresponde a la Jeografia descriptiva sino a la historia, i aunque aquí vendría bien decirlo todo, sea cual fuere el respeto que se debe a las cenizas de ese Ingles, que formó entre las nueve víctimas de Febrero de 1816. En ese mismo plano arrazado se estableció nuevamente la población bajo el orden que tiene hoi; allá cuenta con un cementerio universal nuevamente construido por los vecino, con un hermoso frontispicio i circulado de diferentes paredes, i puede decirse que es uno de los mejores hai en la provincia; debiéndose esta honra a los esfuerzos de unos jóvenes, que aunque nacidos en terreno estéril, abrigan en sus almas la conciencia del deber, i en sus cabezas la noble ambición de ver surjir dignamente la tierra de sus abuelos.
Tiene también un buen local para la escuela, i otro para cárcel, mui adecuados al efecto, nuevamente construidos por cuenta del distrito.
El Sr. Director Jeneral con vista de la relación procedente, podrá hacer las observaciones que estime convenientes, tachando i corrijiendo los defectos que encuentre en ella para darle una adecuada colocación en la historia del Estado de Bolívar.
De U. atento servidor
Juan Ventura Casanlins.
Documento 6
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.245, Cartagena, 28 de septiembre de 1875, p. 885.
INSTRUCCION PUBLICA.
Contestación a una circular de la dirección jeneral
Estados Unidos de Colombia. — Estado de Bolívar. — Número 10. — San Sebastián de Madrid, Agosto 22 de 1875. — El Director de la escuela elemental de varones del distrito,
Al señor Director general de instrucción pública – Cartajena.
En contestación a su estimable como importante circular número 14, fecha 28 de Junio último, publicada en el número, 1.175 del “Diario de Bolívar”, diré a usted, lo que sigue:
El mapa del Estado por lo que hace a la provincia de Magangué, está sumamente equivocado, - enredado el curso de los ríos, no hai proporción en las distancias &, &, como verá usted, en la siguiente relación que hago, que es el verdadero resultado de mis observaciones en el asunto.
De la boca de pinto o sea de la confluencia del rio Magdalena con el Cauca a Mangangué, hai 2 ⅟2 miriámetros de distancia, i de la misma boca hacia abajo a 1⅟2 miriámetros de distancia, termina la provincia de Magangué, en un punto agregación del distrito de Yatí, llamado Tacaloa. Cascal no está a orillas del rio i solo a 2 miriámetros de Magangué hacia abajo; pero buscando para las sabanas. Yatí esta ⅟2 miriámetro bajo Magangué i sobre el Cauca. San Sebastián de Madrid está situado ⅟2 miriámetro arriba de la capital de la provincia i retiro a 1 miriámetro de la misma, en el mismo Cauca; ⅟2 miriámetro más arriba de Retiro es que entra el rio San Jorge. De éste punto hai a la boca de Guamal, o sea la confluencia con el brazo de Loba, 4 miriámetros; de ahí a la boca de la Mohana hai 7 miriámetros, estando el Achí 2 ⅟2 miriámetro abajo i Santa Lucía, punto en que termina la provincia por la vía del Cauca, 5 miriámetros arriba de dicha boca.
De la boca de Perico, o sea de la confluencia del Cauca con el San Jorge, siguiendo por éste, hai a la boca de San Antonio 1 ⅟2 miriámetro; de ahí por el mismo San Jorge a Jegua hai 5 miriámetro, i de Jegua a San Benito Abad 1; para adelante tengo poco conocimiento.
Santiago no está a orillas del San Jorge, sino a 2 miriámetros de la boca de San Antonio hacia el lado de las Sabanas.
De la misma boca a San Antonio, que es donde sale la Mohana o la Mojana hai a Sucre 4 miriámetros; de Sucre a Palmarito 1 ⅟2, de ahí a Majagual 3; i de éste último pueblo a las bocas de la Mohana, antes mencionada, otros 3 miriámetros.
Lo demás de la provincia, principalmente sus límites, no lo conozco, aunque me parece equivocado también; como así mismo he observado que en la posición respectiva de los pueblos de las provincias limítrofes de Corozal, Chinú &, está bastante errado o discordante.
Advierto a usted que las distancias aquí expresadas son tomadas río a río, de manera que por la derechura o recta de un punto a otro serán naturalmente menores.
Para su mejor intelijencia, adjunto a usted un croquis o diseño de los puntos enunciados, para que comparándolos mejor, vea la gran diferencia entre la variedad i el errado mapa que se desea reformar.
Deseando que este informe le sea de alguna utilidad al señor Director, quedo de usted atento seguro servidos,
Manuel S. García G.
Documento 7
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.247, Cartagena, 30 de septiembre de 1875, p. 894.
INSTRUCCION PUBLICA.
Contestación de una circular de la Dirección Jeneral
Estados Unidos de Colombia. — Estado de Bolívar. — Número 16. — Corosal, Agosto 28 de 1875. — El Preceptor de la escuela de niñas de Corosal,
Al. Sr Director jeneral de instrucción pública del Estado. – Cartajena.
En observancia de la circular de esta oficina, fecha 28 de Junio, número 15, tengo el honor de acompañarle un pequeño tratado de la Jeografía de Corozal, escrita por el Señor Domingo Jiménez, el año pasado de 1873; en cuya obra está comprendida la historia de esta ciudad hasta aquella fecha, que son los datos que se contrae su nota aludida i que pueden ser útiles para escribir la historia del Estado de Bolívar.
Después de escrita la Jeografía del Señor Jiménez, los sucesos más notables ocurridos i que pueden agregarse son los siguientes; el incendio que tuvo lugar el día 4 de febrero de 1873, que principió por una casa o accesoria del Señor Rafael Lara, a las dos de la tarde, i que debido al ardiente sol de ese día, a la fuerte brisa que reinaba como es costumbre en esa época por esos lugares, i a la ausencia de un considerable número de personas en la feria de Magangué, el incendio tomo rápidas i colosales proporciones, destruyendo en dos horas escasas, casi dos barrios de la ciudad o componen la tercera parte de su población. Quedaron muchas familias reducidas a la miseria, porque unas no pudieron extraer objeto alguno de sus respectivas casas, i otras que los sacaron a los patios, los perdieron allí devorados por las llamas.
Ya se están reedificando de paja algunos de los hogares destruidos, con esa tenacidad con que pueblos amenazados por graves i frecuentes cataclismo, persisten en habitar el suelo arruinado i peligroso, u obligados por el santo amor patrio, que prefieren la vida azarosa i arriesgada en él, a la tranquila y segura lejos del aire que meció la cuna i que refresca las tumbas de seres amados y arrebatados por la muerte.
Pero éste, como otros incendios que lamenta Corozal, le han quitado un considerable número de hermosas cosas que le ornamentaban, que no podrán reedificarse, así como algunas familias que se han domiciliado en otros lugares.
El 26 de Febrero del corriente año, tuvo lugar otro incendio en la hermosa casa de cal i ladrillos del Sr. Alejo Antonio Vergara, que ocasionó una inmensa catástrofe, cuyos pormenores i la lista de víctimas, constan en el número 4 de la “Crónica provincial,” a que me remito, por encontrar aquella relación perfectamente conforme con lo ocurrido.
Al mencionar él Sr. Jiménez en su tratado de Jeografía, las dádivas piadosas hechas a la Iglesia de esta ciudad por algunas personas, dejó de mencionar a la Señora Josefa Olmos de Badel i al Sr. Antonio María Merlano; la primera, vecina de esta ciudad, que construyó con sus fondos la media naranja o concha que cubre el presbiterio i parte del tabernáculo del templo; i en el segundo, vecino del distrito de Sincelejo, que obsequió para la imájen de la vírjen, en su advocación de la Concepción, un rico manto de brocado, hecho venir expresamente de Europa.
Varias veces he oído quejarse al Sr. Jiménez de esa falta en que incurrió por falta de datos y de conocimiento propio de los hechos referidos, i hoi aprovecho esta oportunidad para subsanarla en obsequio de la justicia i de la verdad no expresada, por no ser debidamente conocida.
La construcción del Teatro, anunciada en la obra del Sr. Jiménez, no se ha llevada a efecto. Ha muerto hasta el pensamiento, i en él el entusiasmo de los pocos que lo abrigaban con fe i conciencia profunda en sus laudables resultados. En pueblos como éstos tan atrasados en civilización, no se ha formado todavía el verdadero gusto por las recreaciones cultas i que hablan al alma más que los sentidos.
De U. atento seguro servidor
Rafael T. Gómez.
Documento 8
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.251, Cartagena, 5 de octubre de 1875, pp. 909 y 910.
Contestación a una circular de la Dirección jeneral
Estados Unidos de Colombia. — Estado de Bolívar. — Número 24. — Cartajena, 2 de Setiembre de 1875 — El Director de la 1. — escuela de niñas del distrito,
Al Sr. Director jeneral de Instrucción pública. – Presente,
Habiendo leído vuestra circular número 14, en la cual pedís que se os envíen algunos datos para el perfeccionamiento del mapa del Estado, os remito hoi les pocos que podido reunir después del estudio que he hecho en él.
He aquí, señor Director, mis breves observaciones:
1 = La carta de Bolívar que existe en nuestras escuelas, es bastante pequeña, i por consiguiente, las poblaciones están completamente reducidas, lo cual impide que los alumnos hallen a un golpe de vida los lugares que deseen. En mi concepto, ella debe ser de mayor dimensión, con el objeto de que no produzca aversión a aquellos que se dedican a este estudio.
2 = El globulito que marca la situación de cada distrito, casi en nada se diferencia del de una capital de provincia, i además, es completamente igual al de un caserío. Esto parece una mera trivialidad; pero jeneralmente conduce a errores en los principales, a los que toman a veces el distrito por el caserío i viceversa. A mi entender debe estar marcados progresivamente, es decir, de mayor a menor.
3 = Mui poco, o mejor dicho, casi nada se ve en el mapa que tenemos, de esa serie continuada de montañas que nos envía el vecino Antioquia i que forman tres hermosas cordilleras que se extienden majestuosamente al occidente, al oriente i al centro del Estado, i que a su vez se empinan o baja, cuál más, centro menos, presentando ya peñascosas alturas como las de Alto Carrizal, San Lúcas, La Barra, Crístales, San Francisco, Corcobado, Juana Sánchez, Chingurrodó, Honda, Inanca, Guarrumal, Manilla i La Cruz; o ya fragosas sierras de San Jerónimo, que se introduce en la provincia de Loica, con el objeto de separar las hoyas del caudaloso Sinú i el San Jorge, siguiendo luego a Corozal i Carmen; i a la de Ayapel, en la provincia de Chinú que separa también las hoyas del Cauca i San Jorge.
4 = Paréceme que en colocación de los ríos, hubo un poquito de más esmero. Los principales que son el Magdalena, el Sinú, el San Jorge i el Cauca, guardan sus mismas posicione; pero estos tienen hermosos brasos, como Papayal que forma la isla de su nombre; el brazo de Loba i el brazo de Moráles, que no han sido dibujados, así como tampoco varios e importantes riachuelos que les envían sus apacibles aguas, como el Esmeralda, el Naín, el Verde; el Sinucito &. &, que corresponden al Sinú, el Pegado, el San Pedro, el Tuansí que pertenecen al San Jorge. Los pequeños ríos caudaloso que llevan sus aguas al golfo de Morrosquillo, que se encuentra al oeste de la provincia de Sincelejo i al norte de la de Lorica i que son: el rio de Dios, el Guacamayo, el Zaragocillo, el Pichelin, el San Antonio i el Macallepos, tampoco han sido bien marcados, i además, no tienen sus nombres respectivos.
5 = En cuanto a caños i causales más importantes, solamente aparece el caño del Estero, en la provincia de Cartajena, de celebridad histórica, dónde cayó envuelto en su propia sangre el valeroso Sanarrusia, antes de entregarse a las fieras manos de los inicuos soldados de Fernando VII. Fatal, pues, algunos otros, como el Salsipuedes; el Oscuro, el Hondo, el Guataquita, el Pajaral i el Caño Largo. I de los canales, están dibujados simplemente el del Dique i el de la Piña. Faltando el de Bocagrande al sur de Cartajena, i el mui digno de mención llamado de Bocachica al norte de la Isla de Barú, cuyas aguas se tiñeron con la más cruel de todas las carnicerías humanas: hablo del miserable degüello que consumó con una partida de patriotas incrédulos, el español Tomas Moráles, que según decía su digno compañero Pablo Morillo, inspiraba gran terror a los malvados.
6 = Respecto a las islas, están algunas del Magdalena i el Caribe; pero les faltan sus respectivos nombres;
7 = Los pequeños cabos o puntas más notables, tenemos las de Cansas, Arena, San Bernardo, i Galera; habiendo olvidado de colocar los siguientes: Punta del Morro, del Diablo, de Palmarito, de Piedras, de Jigantes, de Barbacoas, Comisario, Guardaraya, Rinconchico, de la Rada, Broqueles, Bolívar, de la Cruz, Arboletes i Farallon;
8 = En cuanto a las ciénagas están más notables sin sus nombres i en mui reducido número;
9 = No todas las provincias, cuentan con los distritos que las constituyen;
10 = i última. E mi humilde opinión, creo necesario e indispensable que se coloquen las provincias con sus límites bien marcados, con todos sus distritos, caseríos i agregaciones, sin excepción alguna.
El fundamento que tengo para ello, señor Director, es el que sigue: una de las mejores cualidades de la pedagojia moderna, sino la principal, es, que toda enseñanza debe ir de lo conocido a lo desconocido; de lo que rodea al hombre a lo que está lejos de él. En virtud de este magnífico principio, el estudio de la Jeografia comienza hoi por la casa del niño, por el edificio de la escuela en que éste se encuentra, siguiendo luego a la calle, i de allí a la plazuela, al barrio &. &., i así hasta que sale de su población i se encamina a la primera villa o aldea del derredor.
Con este método de enseñanza, por el cual va la intelijencia caminando misteriosamente de pueblo en pueblo, i tropezando ya con la laguna, ya con el arroyo, rio, volcán, cerro, mar o estrecho que halla a su paso, se necesita que todo, todas las habitaciones, los monumentos, paisajes, animales i accidentes dignos de especial mención como característicos de cada país rasgos que lo asemejan o diferencian.
¡Ojalá, señor Director, que si se hiciera entre nosotros! Ojalá que se nos proveyese por lo menos a los que hemos tenido la fortuna de ser alumnos de la “Escuela Normal” de Bolívar, de los elementos indispensables para poner en rigurosa práctica el sistema de educación moderna, que tan sorprendentes resultados ha dado i dará en países más dichosos que el nuestro, aunque rejidos por instituciones menos libres.
La cosecha que se espera de esa planta que llamamos “Método Objetivo”, será un sueño fantástico i nada más, mientras se nos tenga como el arquitecto que se le manda a levantar un muro, sin arena i cal, mientras se deja a los padres de familia, en la libertad de mandar, cuando les place, sus hijos a la escuela. Si señor Director, preciso es decirlo en voz mui alta, LA ENSEÑANZA ESTÁ ENTRE NOSOTROS EXTRAÑA A LA ACCION DE LA LEI.
He aquí el defecto capital.
Mi pluma, señor, como vos sabéis mui bien, es bastante desautorizada para apoyar de un modo convincente las ideas de mi último pensamiento; por eso dejaré oír las palabras de Mr. Pascal Duprat, hablando de la enseñanza obligatoria.
“Respetemos la libertad paterna, dice él, cuando se ejerce conforme a las leyes i a los designios de la naturaleza; pero no temáis poner la mano sobre ella cuando se torna sobre el orden social, haciendo un bruto del niño que debe ser un hombre, violando así la humanidad.”
Es verdad, señor, lo que vos mismo dijisteis ahora poco. “Lo que hemos hecho es insignificante al lado de lo que el deber nos ordena i el porvenir tiene el derecho a esperar de los que manejan hoi la cosa pública.”
No terminaré está, sin deciros que no os envío el diseño respectivo de las observaciones arriba apuntadas, porque en la escuela a mi cargo, no hai útiles requeridos.
Soi del señor Director obsecuente seguro servidor i compatriota,
Julián Moré Cueto.
Documento 9
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.251, Cartagena, 5 de octubre de 1875, p. 910.
Nota del Sr. Preceptor de la escuela de niñas del distrito de Corozal
Estados Unidos de Colombia. — Estado de Bolívar. — Número 15. El Preceptor de la escuela de niñas de Corosal,
Al Sr. Director jeneral de la instrucción pública del Estado — Cartajena
Satisfago la mui apreciable nota circular de Ud. fecha 28 de Junio último número 14.
En cumplimiento de la orden contenida en dicha nota, he estudiado minuciosamente el mapa del Estado, i sin poder hacer indicaciones sobre los errores de que él adolezca con relación a la topografía de provincias que no conozco prácticamente, porque juzgo que esa labor pueden desempeñarla con más probabilidades de acierto los directores i preceptores de ellas, me permito indicar al Sr. Director jeneral los que noto con respecto de la provincia de Corozal i parte de la de Sincelejo.
El distrito de Morros dista apenas de la ciudad de Corosal 1.600 metros o sea, poco más o menos, una milla, i está situado perfectamente entre el norte i el noroeste de dicha ciudad. En el mapa del Estado que tengo a la vista figura el distrito referido al oeste de Corozal i a una distancia mayor que la que realmente tiene.
El distrito capital de Sincelejo se encuentra en línea recta al oeste de Corosal i no al sur oeste como consta en el mapa, i convendría también situarlo a menor distancia de dicha ciudad, porque según se observa en el expresado mapa, es tan considerable la que se le asigna como la que hai que recorrer para ir a Sincé.
Este último distrito también aparece situado en el mapa entre el este y el sudoeste cuando su correcta ubicación es entre el este y el nordeste.
Son las únicas observaciones que se me ocurren y con lo que creo dejar satisfecho los deseos del Sr. Director jeneral.
De Ud. atento servidor
Rafael. T Gómez
Documento 10
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.253, Cartagena, 7 de octubre de 1875, pp. 917 y 918.
INSTRUCCION PUBLICA.
Nota del Sr. Director de la Escuela de varones del distrito de Chinú
Estados Unidos de Colombia. — Estado de Bolívar. — Número 85. — Chinú, Agosto 29 de 1875 — Director de la escuela de varones del distrito
Al Sr. Director Jeneral de Instrucción pública del Estado—Cartajena
Vista su circular número 14, de 28 de Junio del año en curso, voi a indicar a Ud. las observaciones que el estudio del objeto a que dicha circular se refiere, me ha sujerido.
Entre las cordilleras que vienen del Estado de Antioquia, para entrar en el Estado de Bolívar, hai una central. Esta se divide en dos ramales o brazos: uno de estos llamado serranía de San Jerónimo, tendiéndose al Oeste, separa las aguas de los ríos Sinú i San Jorge, i va a terminar entre Corozal, Ovejas i el Cármen, pero esta serranía no tiene la demarcación que es preciso tenga en la carta corográfica de nuestro Estado. La otra lleva el nombre de serranía de Ayapel, por terminar al Sur de la ciénaga de este nombre.
Hai también una cordillera oriental que lleva su dirección por el ancho espacio que dejan entre sí los ríos Cauca i Magdalena. Esta cordillera, aunque de poca lonjitud, termina después de haber formado el alto de Corcobados, en frente de Majagual, que queda en la ladera izquierda de un brazuelo que se desprende del Cauca, llamado Mojana, i que va en seguimiento del San Jorge para aumentar sus aguas.
En cuanto a la situación de algunos lugares con respecto a las riberas del San Jorge, me parece no está como debiera estar. En el curso del San Jorge para llegar a San Benito Abad, se nota un caño que lleva el nombre de Boca del Caño, i forma las ciénagas denominadas Playas Blanca i Doña Luisa, antes de seguir a Jegua. En la primera de estas ciénagas se encuentra San Benito Abad.
Del mismo San Jorge parte también otro caño llamado Boca de la Vereda, que forma la sola ciénaga de San Márcos, i que los naturales dividen en Ciénaga de las flores i Pajarito &., i en ésta ciénaga se encuentra San Márcos.
Después de recibir dicho rio San Jorge al abundante caudal de numerosos riachuelos, parte de un caño llamado Sejebe que forma la punta de El Real i hace una ensenada que es ya una vera de la ciénaga de Ayapel. Al otro lado de esta ciénaga nace el pueblo que lleva su nombre. En esta situación pasa como por detrás de Ayapel, una quebrada a la que se le da el nombre de los Milánes, i que va a desaguar un poco adelante del lugar ya mencionado, pero en la misma ciénaga.
Lo que se ha apuntado hasta aquí en ésta, no está de conformidad con la carta del Estado, en lo cual me parece dicho la inexactitud que contiene dicha carta.
Quedo del Sr. Director su atento seguro servidor,
Fidel Fajardo
Documento 11
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.253, Cartagena, 7 de octubre de 1875, p. 918.
Nota del Sr. Director de la escuela de varones del distrito de Sahagun
Estados Unidos de Colombia. — Estado de Bolívar. — Sahagun, Agosto 8 de 1875. — El Director de la escuela de varones del distrito,
Al Sr. Director jeneral de instrucción pública -- Cartajena
En contestación a la circular de esa Dirección, número 14, i fecha 2 de Junio próximo pasado, digo a usted lo siguiente: que habiendo hecho las observaciones que usted me indica haga en el mapa del Estado, no creo a éste exacto, al menos respecto de los distritos i puntos que me son más conocidos.
Respecto de distancias, aparece que Ciénaga de Oro, que está más distante de este distrito que el de Chinú, pues el primero tiene siete leguas i el segundo cinco, aparece en el mapa lo contrario.
El distrito de Cereté parece tener de Ciénaga de Oro una distancia triple de la que en realidad tiene; el primero aparece colocado a orillas de un caño o arroyo que va al San Jorge, cuando está en uno que viene del Sinú i que se une con el mismo el mismo en Lorica. Todo esto depende de que se le ha suprimido en el mapa a la provincia de Chinú la gran montaña que, principiado desde este distrito i extendiéndose al Sur en medio de los ríos Sinú i San Jorge, sigue hasta el límite del Estado de Antioquia; la cual aparece en el mapa perteneciendo en su mayor parte a la provincia de Lorica, pues aunque es cierto que la cordillera sirve de límite entre ésta i aquella provincia, también lo que ella está colocada casi entre la ribera del San Jorge, frente al distrito de Ayapel, cuando una extensa montaña hai de por medio, yo me inclino a creer un poco más apartada la posición del rio San Jorge, i esta idea la fundo en que en el año próximo pasado, se hizo la exploración i luego la trocha para un camino de este distrito a salir al San Jorge en su confluencia con la quebrada de Uré, la cual pasa toda por un territorio de la provincia de Chinú, quedando al San Jorge bastante apartado a la izquierda, i la cordillera que sirve de límite a la derecha.
Respecto de direcciones estoi trabajando un diseño i lo remitiré a usted tan pronto lo haya concluido. Con lo cual creo dejar satisfecho sus deseos.
Soi de usted atento seguro servidor,
Rosendo de la Ossa.
Documento 12
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.253, Cartagena, 7 de octubre de 1875, p. 918.
Nota del Sr. Director de la Escuela de varones del distrito de Turbaco
Estados Unidos de Colombia. – Estado de Bolívar. – Número 15 – Dirección de la Escuela elemental de varones del distrito – Turbaco, setiembre 3 de 1875.
Al Sr. Director jeneral de la Instrucción pública en el Estado – Cartajena.
Cumpliendo con el deber que me impone la nota circular de esa Dirección número 14, fecha 28 de Junio último, que recibí con bastante atraso, paso a evacuar el siguiente informe.
La carta corográfica del Estado de Bolívar se encuentra, en mi concepto, insuficiente y defectuosa.
Primero. Por ser mui pequeña i por lo mismo bastante confusa la designaron de los lugares que contiene, de modo que no se presta a la vista de una clase a la distancia que esta deba colocarse para estudiar, i es preciso explicarla en particular a cada alumno.
Segundo. Porque no hai precisión en la demostración de sus límites particulares, ni en la situación de algunos distritos, i división de sus caminos, como sucede con el de Turbaco que debiera encontrarse casi en el punto céntrico de la distancia entre los distritos de Turbaco, Arjona y Pasacaballos; i
Tercero. Porque faltan algunas cabeceras de distrito en varias provincias, tales como las de Barú en la de Cartajena, i en la de Ayapel en la de Chinú; debiendo encontrarse situada la primera cerca de Punta de Arena i frente a la de Barbacoas.
Soi de concepto, además, de que la referida carta debiera ser bastante minuciosa, hasta el caso de que se encuentren en ella demarcados los caseríos o aldeas correspondientes cada distrito; porque en estas secciones habita un número considerable de vecinos del respectivo distrito, i por ellos regularmente pasan las vías que ponen en comunicación los referidos distritos, como acontece con los de Cañaveral, Torrecilla i Pajar de Chiquito, que corresponden al de Turbaco; i finalmente, creo que todos los puntos a que se refiere el texto, o tratado de Jeografia de este Estado, deberían hallarse perfectamente demostrados en dicha carta, para el mejor i perfecto estudio de ella.
Todos los defectos que contiene la carta a que me refiero, si como las reformas que deben hacérsele son bien conocidos por U. precisamente; pero en cumplimiento de mi deber en el particular, me es indispensable reproducirlo todo en el presente informe.
Con sentimientos de aprecio i estima, tengo el gusto de suscribirme,
Su atento seguro servidor,
Antonio S. Carrasquilla.
Documento 13
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.254, Cartagena, 8 de octubre de 1875, p. 921.
INSTRUCCION PUBLICA
Datos sobre la carta jeográfica del Estado
La carta jeográfica del Estado presenta dificultades a los niños para su estudio por no estar marcados en ella: 1.°, los nombres de los ríos afluentes del Sinú i del San Jorge, i los de otros ríos de menor consideración que no se encuentran demarcados en dicha carta, como el rio de Dios, San Antonio, Pichelin, Macayepos, Guacamayo, Zaragocillo i otros: 2.°, los nombres de las ciénagas notables: 3.°, los de las islas del Magdalena: 4. °, los de las próximas a las costa: 5.°, los de algunos caños i los de muchos de sus cabos. En el tratado de Jeografía del Estado por el Sr. Araújo marca a Santo Tomas al sur del Palmar de Varela i está situado al norte de dicho punto. Son los únicos defectos que encuentro en la Jeografía i Carta del Estado.
Sabanalarga, a 8 de Setiembre de 1875
J. A. Bárros Trocónis
Documento 14
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.254, Cartagena, 8 de octubre de 1875, p. 922.
Nota del Sr. Director de la Escuela de varones del distrito de San Juan
Estados Unidos de Colombia. — Estado de Bolívar. — Número 75. San Juan Nepomuceno, 9 de Setiembre de 1875. — El Director de la escuela pública elemental de varones del distrito.
Al Sr. Director jeneral de la instrucción pública del Estado- Cartajena.
En cumplimiento a las circulares de esa Dirección mandando informar a su despacho a los Directores de escuela, sobre la corrección al mapa del Estado de Bolívar, que haya que hacerle en concepto de ellos; doi a Ud el mío, de la manera siguiente: 1.° que solo me concretaré a ella, en la parte del territorio de la provincia del Cármen, por no tenerlo a él a la vista; 2.° Que al verificarlo en esa sola, no es más sino por las circunstancias expuestas, i porque desacertaría quizá en las otras, dándolo sin ella; pues de la cual se conseguiría la propiedad perfecta para ejecutarlo, sin embargo de tener reminiscencia de su estructura; pero ella es débil, i en estos casos debe haber, mas en que ninguno, opinión certera e invariable; i 3.° Que ejecutando la corrección en el asunto, diré: en el mapa de la provincia del Cármen, figura la distancia de él a San Jacinto; mayor que la de éste a San Juan, siendo al contrario, pues en el primer trayecto hai tres leguas i en el segundo cuatro; que en el trayecto de San Juan a San Cayetano hai un serro bastante notable, que dista de último lugar, hasta el principio de su falda, una legua; media de ahí a su cúspide i otra media de allí a la otra falda, i de esta a San Juan cuatro leguas, cuyo cerro se denomina comúnmente con el nombre de “la Loma de la Paloma”, el cual no figura en dicho mapa: que tampoco existe al Noroeste de San Juan, el distrito del Guamo, el cual dista cuatro leguas de él, i en cuyo trayecto se encuentra también otro cerro notable llamado “la Loma de la Peñata”, que al Este de San Juan se encuentran también dos aldeas de importancia por su número de habitantes agrícolas, llamada de la una “Las Porqueras” i la otra “Corralito”, distante la primera de él, tres leguas; i la segunda de la primera una, i aquella del distrito de San Juan cuatro.
Salvando otra mejor opinión, ésta es la que da el exponente por vuestro mandado, cumplido en el asunto motivo de este informe, no creyendo, para mi concepto, estar equivocado en él.
Con respecto a las demás partes del territorio de la provincia mencionada, sus correlacionados lugares &. &., creo que están arregladas, salvo otros conocimientos más previsores en el asunto.
Quedo de Ud. Sr. su obsecuente seguro servidor.
Manuel D. Peña.
Documento 15
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.254, Cartagena, 8 de octubre de 1875, p. 922.
Nota del Sr. Director de la escuela de varones del distrito de Santo Tomas
Estados Unidos de Colombia. — Estado de Bolívar. — Provincia de Barranquilla. — Santo Tomas, Agosto 28 de 1875 — Número 63.
Al Sr. Director Jeneral de la instrucción pública. – Cartajena.
Trascribo a usted la nota que en 24 de Julio del año próximo pasado, número 22, dirijí a la Inspección provincial, en contestación a la que me había remitido bajo el número 276, fecha 22 del mismo año.
“Señor Inspector provincial:
Doi contestación a la nota de usted fecha 22 de este, número 276
Siento mucho no poder n la actualidad satisfacer todos los datos que usted requiere; pues aunque con muchos tropiezos por no ser como usted sabe hijo de aquí, he dado muchos pasos i resuelto algunos puntos, yo desearía que la resolución de todos ellos estuviese más confirmada de lo que están como materia que van a ser de la historia del lugar. Pero para aprovechar la idea del correo de mañana, voi a poner en su conocimiento lo que, de las personas más ancianas i caracterizadas he llegado a adquirir de la infancia de este pueblo.
Consultado el señor Vicente Caballero, el hombre más antiguo del lugar, pues cuenta más de cien años de vida; pero en su entero i cabal juicio, acerca de quién o quiénes fueron los fundadores de Santo Tomas, me dijo que los señores doctor Ignacio Troncoso i doctor Antonio Guaruche, naturales de Valencia, son las personas más antiguas que recuerda existieron en su época; que la Iglesia en aquella época no estaba situada aquí, i que el primer cura que él conoció se llamó Pedro Márcos Almendril, natural de Cartajena. Antes de él no conoció ni oyó hablar de otro. Sucediéndole Antonio Zapata quien tuvo por sucesor a Georgio de la Hoz.
He querido consultar los archivos viejos de la Iglesia para corroborar lo que dicho señor me ha dicho o para ver si algo encontraba que más se remontara al orijen de esta población, pero desgraciadamente el señor Presbítero Olivares se halla fuera de éste. Tendré sumo cuidado a su vuelta, que será el 26, de registrar dichos archivos para poder contestar con más detención los dos primeros puntos de su nota.
En cuanto al tercero digo; Santo Tomas unido al distrito de Palmar de Varela, confió a los herederos del Sr. Manuel Victoria de la Hoz, un globo de tierras que se asegura consta de 24 caballerías, hace diez años. Tiene, además, acción a una faja de tierra anegadiza denominada “La Loma”, cuyo límite oriental es el rio Magdalena, en común con los distritos de Barranquilla, Soledad, Malambo, Sabanagrande, Palmar de Varela de la provincia de Barranquilla; que lo poseen como propiedad común desde el tiempo inmemorial; que esta faja de tierra tendrá como un kilómetro de ancho poco más o menos, i como seis miriámetros de largo.
4. ° En este distrito las principales producciones, son: maíz, yuca i algodón. También produce caña de azúcar, millo, frisoles, arroz, guandú, plátano, batatas, auyamas, patillas, melones, ajonjolí, cocos, mango, guayabas i otras frutas. También se ha sembrado tabaco en pequeña cantidad i tiene buen olor, es fino i bueno: pero pesa poco, i no tiene cuenta el sembrarlo para exportar, i por esto no se ha continuado, i por tanto sería mui fácil i seguro su cultivo.
La premura del tiempo no me permite ser como desearía, más minucioso en ésta.
De usted atento seguro servidor
J. M. Adriano Rámos.”
Documento 16
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.256, Cartagena, 11 de octubre de 1875, pp. 928 y 929.
INSTRUCCION PUBLICA.
Datos para la historia del distrito de Sabanalarga.
Población, 8.307 habitantes.
Superficie cuadrada 600-000.000 de metros.
Sabanalarga, erejida en villa en 1833, i en capital de la provincia de éste nombre en 1860, es una población pajiza cuyo número de casas no baja de 1.800; algunas regularmente cómodas, contándose entre éstas nueve de cal i canto de construcción moderna.
La época de su fundación no se conoce porque los frecuentes incendios, que la han azotada varias veces, han destruido los archivos i la tradición no ha conservador el nombre de sus fundadores. Solo se sabe que existiendo en sus cercanías algunos caseríos, entre éstos, el mayor, denominado “La Cruz,” tal vez por estar colocado allí el lábaro de nuestra redención, habita un sacerdote católico, que excitó a los habitantes de los dispersos caseríos a establecerse en una sola población a la cual se dió el nombre que lleva hoi, principiándola en el barrio denominado “Chancleta,” donde se construyó una hermita, i después se pobló la primera calle que hoi lleva el nombre del “Hatillo.”
La Jeografía del Sr. Nieto cita como fundadores de Sabanalarga a Dionisio i Lúcas Tesillo, Joaquin Figueroa, Plácido Ortega, Diego Almansa, Cárlos Orozco i Marcelo de Jesús. Fué asiento de Capitanía Aguerra.
SITUACION.
Al Oeste i cuatro leguas del caudaloso rio Magdalena en una altiplanicie, la más elevada entre los pueblos limítrofes, de pendiente graduada i regular; lo cual hace que sus vías de comunicación con los pueblos que la rodean i el de Barranquilla, sean de fácil acceso. Rodeado de montañas feraces aunque escaso de agua por la apatía de sus habitantes, su suelo o frece al agricultor intelijente i activo, pingues cosechas de tabaco, algodón, maíz, arroz, frisoles, batatas, bananas, yucas i otros frutos. La caña de azúcar se produce con facilidad y su rico dulce es una de las producciones más valiosas. Un canal que uniera el caño de Ponedera con el arroyo del Cojo, cuya distancia es de media legua, sería suficiente para que las aguas del Magdalena vinieran hasta esta población, pudiendo navegar por dicho canal embarcaciones menores. Con esta mejora se daría un gran empuje para la felicidad i el incremento de esta población. Su temperatura es mui sana, i la frescura de sus noches convida a gozar de las delicias de Morfeo.
Rodeada de potreros sembrados de yerba “Pará” “Guinea” i de la “India,” la ceba de novillos, es una de las principales industrias de los habitante acomodados, i de la carne que en el mercado se pone al consumo puede competir, en gusto i grosura, con la mejor de otros puntos.
La gran “Ciénaga de Guájaro”, situada al Sudoeste de esta ciudad, produce abundante i buen pescado, entre éstos se distinguen, el sabroso Bocachica, i la suculenta mojarra.
Los hijos de Sabanalarga son jeneralmente bien constituidos i benévolos, de clara intelijencia, sufridos, trabajadores, industriosos i dotados de ese carácter dulce propio de la raza indíjena que mezclada con la europea, no ha dejenerado de su orijen sino en la mejora de color i del tipo. Las mujeres de este pueblo se distinguen por su laboriosidad, virtudes i por la belleza de sus formas; sus costumbres son sencillas y frugales, tejen sombreros de trenza i hacen bonitas obras de tapicería i bordado.
Las clases acomodadas son amantes de la instrucción i adelantados en usos i maneras civilizadas. Entre los naturales se encuentran buenos médicos, abogados, políticos, contadores, telegrafistas &. &. Pero el pueblo pobre yace en una completa ignorancia a pesar de los esfuerzos del Gobierno de Bolívar hace por mejorar su condición: ésto se debe en gran parte a las autoridades locales que no cumplen las leyes i decretos promulgados respecto a dicha instrucción primaria a sus hijos. Hai dos escuelas superiores; una de varones i otra de niñas.
INDUSTRIA.
La cría de ganados, la agricultura i el comercio, son las a que se dedican los Sabanenses. Hai pocos artesanos. El tabaco que se produce en Sabanalarga hace competencia al mejor producido en el Cármen; pero la falta de capital es causa de que la producción de éste artículo sea mui escasa en este lugar, a pesar de la economía que promete su fácil conducción a Barranquilla.
Sabanalarga fué el pueblo escojido por los españoles, en 1815, para establecer sus hospitales de sangre, tal vez por la benignidad de su clima; i el Libertador Bolívar pernoctó en él algunos días cuando se sintió agobiado por el mal que le llevó el sepulcro.
Muchos de sus hijos han prestado servicios a la patria en la época de nuestra independencia, i entre sus togados se han distinguidos por sus virtudes el Prelado Don Julian José Pertuz, quien sembró en la juventud la semilla de las ciencias. No hai en esta población ningún edificio público. Fué cuartel jeneral de las tropas republicanas en 1813 i 1817, las cuales establecieron un Fortin en el camino de Ponedera.
Las agregaciones del distrito son: “La Aguada” con 263 habitantes; fué cerca de ese punto donde tuvo lugar el 13 de Febrero de 1831, un combate entre las fuerzas dictatoriales al mando del Jeneral José Ignacio Luque, i las libertadoras al del Señor Policarpio Martínez, decidiéndose el triunfo a favor de los primeros. El Capitan José Aviles, hijo de Cartajena, luchado heroicamente con un pequeño número de valientes salvó en su retirada gran parte del ejército Libertador. “La peña” con 240 habitantes, célebre por su abundante pesca; “Cascajal” con 53, “Molinero” con 103; Isabel López con 415 notables por las virtudes de sus habitantes.
Sabanalarga, 8 de Setiembre de 1875. José A. Bárros T.
Documento 17
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.257, Cartagena, 12 de octubre de 1875, p. 931.
INSTRUCCION PUBLICA.
Nota del Sr. Director de la escuela de varones del distrito de Ovéjas.
Estados Unidos de Colombia. – Estado de Bolívar. – Número 20. – Ovéjas, Agosto 9 de 1875. – El Director de la escuela de varones del distrito,
Al Sr. Director jeneral de instrucción pública en el Estado. – Cartajena.
Doi contestación a la circular que Ud. dirijió en 28 de Junio último, marcada con el número 15.
La fundación de este pueblo, cuyo primitivo nombre fue San Francisco de Asís, fué anterior a la lucha de nuestra independencia. Por aquellos tiempos solo era notable por hallarse en una de las principales vías del Estado que comunica el norte con el sur de éste. Sus moradores gozaban de una vida pacifica entretenidos en engordar grandes partidas de cerdos, que llevaban a los centros de población mayores para vender. De diez i seis años para acá (sino yerran los informes) los habitantes cambiaron de ocupación entregándose al cultivo del tabaco. Este cambio si bien mejoró su situación porque afluyó la jente i circuló más dinero al principio, también es cierto que con la alternativa del precio que dicho artículo ha tenido en Europa, se ha ido retirando aquella propiedad transitoria, i hoy es casi lo mismo que era con alguna excepción en la parte material.
Quisiera ser extenso en este particular; pero sabiendo cómo marchan los estropeados archivos de las oficinas públicas de este distrito, i no encontrando otra fuente donde tomar datos, me veo en la necesidad de concentrarme a lo expuesto.
De Ud. atento servidor
G. Benedetti
Documento 18
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.264, Cartagena, 20 de octubre de 1875, p. 962.
INSTRUCCION PUBLICA.
Nota del señor Director de la escuela de varones del distrito de Mórales.
Estados Unidos de Colombia. — Estado de Bolívar. — Número 16. — Escuela del distrito. — Moráles, Agosto 16 de 1875.
Sr. Director jeneral de Instrucción pública. – Cartajena.
El mapa del Estado que he examinado detenidamente, tiene entre sus diferencias i errores notables, respectivamente a la provincia de Mompos que algo conozco.
Recorriendo la citada provincia de sur a norte, siguiendo la dirección del río Magdalena en su descenso, i tomando el brazo occidental de dicho rio, que se divide debajo de Badillo (Estado del Magdalena) en la ribera opuesta, en dos puntos llamados el uno, Cabezon de Mariquilla, i el otro Balon, que después de recorrer el primero, parte del distrito de Simití, viene a unirse al segundo en la extremidad inferior de la isla de Tablada que los separa inmediato a esa confluencia en la márjen oriental i un poco abajo se halla “Moráles”, que no figura en el expresado mapa.
Detrás de Moráles queda otra ciénaga, que lleva el mismo nombre del pueblo. Esta ciénaga se hace figurar en el mapa del Estado, como formada por un caño que parte del brazo de Moráles, e inmediato a la confluencia citada antes. Pues bien, esto es falso. La ciénaga en referencia es formada por un caño que se llama Collazo, en memoria del Jeneral Martiniano Collazo, que canalizó en 1840. Este caño parte del brazuelo del Dique formado por el brazo oriental del Magdalena.
Siguiendo el curso del brazo de Moráles | así lo llaman | a ocho leguas a lo más de distancia se este pueblo, se halla Rio vieja, aldea de este distrito, cuyo pueblo no está marcado en el mapa.
Después de Rejidor, que figura en el mapa, queda situado San Pedro, como a legua i media de distancia de aquel. Ese pueblo no figura, siendo casi de tanta población como Rejidor.
Tomando la vía del brazo de loba, se nota que falta en el mapa el pueblo del Hatillo, sobre la banda oriental de ese brazo.
En Fin, señor Director, además de los enunciados, he encontrado algunos vacíos i errores en el precitado mapa; pero que siendo en mi concepto de mui poca significación, me abstengo de describirlos, reservándome el hacerlo al creerlo usted necesario.
Creo que para correjir las faltas del mapa del Estado, en la parte que he descrito, no se necesita diseño para usted, que mejores informes que éste, tendrá de situación jeográfica de estos lugares.
Con lo que dejo cumplido lo expresado en su circular número 14, fechada en 28 de Junio del año corriente.
De usted atento seguro servidor,
Lisandro Mendoza
Documento 19
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.305, Cartagena, 13 de diciembre de 1875, p. 1.125.
INSTRUCCION PUBLICA.
Contestación a una circular de la dirección Jeneral.
Estados Unidos de Colombia. — Estado de Bolívar. — Número 7. — Montería, Setiembre 1. ° de 1875. — El encargado de la Dirección de la Escuela pública de varones de este distrito
Al señor Director jeneral de Instrucción pública. – Cartajena.
En el número 1.175 del “Diario de Bolívar” he visto dos circulares, una de ellas con el objeto de perfeccionar el mapa del Estado S. de Bolívar, i la otra con el de escribir su historia.
De mi parte os diré que el rio Sinú está mui imperfecto en la carta corográfica de este Estado, pues tiene brazos que hoi no existen, i no se hallan los que se han hecho navegables después de levantado el diseño, que sirvió para la mencionada carta. Se encuentra también en ella a orillas del mismo rio, un San Pedro por San Pelayo, i un San Sebastián de Urabá cerca de un Pueblo – nuevo, apareciendo dos, siendo solo uno. En una palabra, hoi no sirve esa parte del mapa a que se refiere, sino para saber que allí existe un rio, pero nadie puede servirse de él para navegarlo.
Fuera para mi mui satisfactorio poder enviar a usted un diseño del Sinú: pero necesitaría muchos días para proporcionarme datos fidedignos, i apenas puedo disponer de siete, pues las circulares no llegaron a mis manos el día 25 del pasado Agosto, i el día 15 de este, debe tener esa Dirección los informes pedidos.
Dios guarde a usted.
José Ángel Ruiz
Documento 20
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.306, Cartagena, 14 de diciembre de 1875, pp. 1.129 y 1.130.
INTRUCCION PUBLICA.
Contestación a una circular de la Dirección jeneral
Estados Unidos de Colombia. — Estado de Bolívar. — Número 35. Ciénaga de Oro, Agosto 21 de 1875. — El Director de la escuela elemental de varones del distrito,
Al Sr. Director jeneral de la instrucción pública- Cartajena.
En el “Diario de Bolívar” número 1.175, recibido ayer he leído la circular de su despacho número 14, de 28 de Junio último, que se piden datos para formal el mapa del Estado.
A propósito de esto, con fecha 5 de Julio del año próximo pasado, i marcada con el número 27, dirijí a Ud. una nota que reza así:
“Demasiado tarde he leído la circular de ese despacho en que se recomienda al infrascrito i demás compañeros de profesión, el estudio minucioso del mapa corográfico de Bolívar, para que transmitamos a esa Dirección las observaciones que nos sujiera su estudio”.
“Por mi parte, aunque bastante desprovisto de luces en la materia, corresponderé de mui buena gana con mis humildes observaciones a la excitación de esa Superioridad.
“Asuntos de esta categoría, que exijen hasta cierto punto exactitud i precisión matemáticas, la festinación en ningún caso es conveniente.
“Sin embargo, ya que el tiempo no me lo permite, apuntaré a la lijera, unas pocas inexactitudes que he notado a primera hojeada en el mapa. Ellas se refieren a la provincia de Lorica, precisamente al distrito en donde estoy radicado.
“En la mencionada carta, él aparece situado en la márjen derecha que de un riachuelo que tributa sus aguas en el “San Jorge”, lo cual no es cierto, puesto que realmente se encuentra en la márjen derecha del “Caño de Martínez”, brazo del Sinú.
“También salta a la vista otro error relativo a la situación jeográfica de esta localidad, i es el siguiente: según la referida carta, la distancia que la separa del distrito de Cereté es triple de la que lo separa del de Sahagun, cuando verdaderamente este último dista de Ciénaga de Oro, unas siete leguas, i el primero, poco menos de cuatro. Hai más: San Cárlos de Colosiná, aparece más separado de este distrito que Sahagun, cuando apenas dista cerca de tres leguas.
“He querido poner en su conocimiento a la mayor brevedad estos estos reducidísimos datos, motivo por el cual no me hago más extenso en el asunto”.
Réstame ahora añadir, como complemento de lo trascrito, otras advertencias fruto también de mi personal observación.
Entre Ciénaga de Oro y Sahagun, hai tres arroyos de alguna consideración, i son: “La Arena”, casi a una legua de aquí; “Venado”, que dista unas tres o cuatro leguas; i “Trementino”, cerca de este último. No sé, pues, qué riachuelo es ese, que demarca al oriente de este distrito, i en cuya márjen derecha se encuentra colocado.
También me permito llamar la atención de Ud. sobre la equivocada situación de Sampues, que, según la carta, figura separado de Sincelejo, como el duplo de la distancia que lo separa de Chinú, cuando casi ocupa un justo medio.
Si fueran estimadas en algo mis humildes observaciones, prometo a Ud. que, así como la ocasión se presente, iré transmitiendo esa Dirección los datos que pueda recojer en la materia.
Una súplica para terminar: Estando próxima la apertura del Cuerpo lejislativo de Bolívar, el que suscribe, en gracia del sacerdocio que desempeña, e íntimamente persuadido de que la carta corográfica del Estado carece de la perfección necesaria, espera del patriotismo de Ud. recabe de la ilustración de los Lejisladores del presente año, un acto por el cual se logre que la carta aludida tenga la exactitud que requiere un trabajo de tan alto interés oficial i científico.
Estimador de Ud.,
Joaquín Vallejo
Documento 21
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.308, Cartagena, 16 de diciembre de 1875, pp. 1.136 y 1.137.
INSTRUCCION PUBLICA.
Contestación a una circular de la Dirección jeneral
Estados Unidos de Colombia. – Estado de Bolívar. – Escuela 2. ° de varones del distrito. – Número 61. – Cartajena, Octubre 1 de 1875.
Al Sr. Director jeneral de la instrucción publica
Cumpliendo con lo mandado en su circular número 14, paso a explanar lo poco que se pueda decir sobre el particular.
En primer lugar, Señor Director, el lijero bosquejo de carta corográfica a que se le ha dado el nombre de “mapa de Bolívar”, me parece que no es lo propio para que jóvenes inexpertos hagan el estudio de su suelo natal. Además, que los estudios guardan cierta proporción con las edades del individuo, i una carta corográfica tan deficiente como la que se ha mandado a las escuelas elementales, es más bien propia de personas de algún criterio i discernimiento, que de jóvenes que, abandonando el seno maternal, se inician en la vida práctica. Esto es en cuanto a lo personal de la cuestión, lo cual no es menos importante.
En cuanto a límites, tanto jenerales como particulares, le diré, que no están señalados de una manera clara, con el fin de que los niños no se vean precisados a confundirse en aquel estrecho mapa en el momento de indicar los límites del Estado; anulando con esto, por decirlo así, el desarrollo perceptivo de ellos.
1.° Respecto a los limites particulares del Estado con el mar de las Antillas, se nota que la punta llamada de Arboletes, cuyo nombre no aparece en la carta corográfica, no está claramente dibujada.
2.° Con relación al Estado del Magdalena, otro de aquellos que le sire de limites por el Este, se nota que el caño del Chocó, cuyo nombre tampoco aparece, se encuentra casi imperceptible. Tampoco aparece el punto denominado Paturia, que se encuentra frete del caño mencionado.
3.° Con respecto al Estado de Santander, otro que sirve de limite al Estado por el Este, se nota que no aparece en la carta ni el punto llamado “Casas de Bohórques”, ni el punto llamado “Cantagallos” que se encuentra frente al punto anterior.
4.° Con respecto al Estado de Antioquia que le sirve del límite al Estado por el Sur, se nota que el rio denominado Tamar, cuyo nombre no aparece en la carta, no se encuentra ni marcado, en cuyo caso se toma por tal la línea divisoria (línea de puntos) que está entre los Estados que separa. Igual cosa se nota con respecto al rio Ite que confluye con el anterior. Tampoco aparece el cerro llamado Tamar, fin del rio de su nombre.
Igual sucede con el asiento de Santa Lucía, punto en donde corta el límite del Estado con Antioquia, al río Cauca perteneciente a nuestro Estado. Los caños de Corozo i Aguaclara, puntos donde continúa pasando el límite, no se encuentran ni marcados siquiera.
Tampoco aparece el nombre de la Ciénega de San Lorenzo ni el rio Matatá, cuyo nacimiento lo tiene en los límites con el Estado de Antioquia.
5. ° Con respecto al Estado del Cauca, que le sirve de límite al Estado por el Oeste, se nota que no figura dibujado el Morro de Chingurrodó ni su nombre.
6. ° En cuanto a las Cordilleras, que todas salen del Estado de Antioquia, i entran en el nuestro en una dirección Sud-norte, se nota que la Cordillera de Oriente, además de encontrarse dibujada de una manera un poco confusa, forma varios cerros que ni sus nombres aparecen en la carta, a saber: Inanea, San Lúcas, San Francisco, Cristales, Corcobado i muchos más que no se reputan como de mucha importancia.
7. ° En cuanto a la Cordillera del centro, dividida en dos brazos, Serranía de San Jerónimo, que se extiende en dirección Oeste, i la Serranía de Ayapel, que toma la dirección del Este, se nota que ambas serranías carecen de nombres, i que solo aparecen lijeros rasgos montuosos que comprueban su existencia.
8. ° En cuanto a la Cordillera de occidente, llamada también Serranía de Abibe, despues de notar carencia de nombre, se ve que no aparecen las notabilidades que deja tras de si en el curso de su marcha, como son la formación de los cerros denominados el Alto Carrizal, el Morro de Chigurrodó i el cerro de Carepa.
9. ° Entre los montos de menos importancia se nota que los montes que existen en las inmediaciones de Tolú Viejo i que se llaman Tetas de Tolú, no aparece en la carta ni el nombre ni el monte. Tampoco aparecen los cerros que se encuentran a extramuros de la ciudad, cerros mui dignos de mención i de importancia para los habitantes de nuestro suelo; pues ellos sirvieron de escudo glorioso a nuestros antepasados para que la posteridad les recuerde con entusiasmo. ¡Ojalá se fomentara la chispa patriótica que ellos delegaron a sus hijos, pero ésta lentamente se extingue de nuestros pechos, matando así la altivez de nuestra sangre independiente; pero tal vez…! por los progresos de las épocas.
10. ° Entre los ríos que con sus cristalinas aguas fertilizan los caminos de nuestro suelo, i que son: el Magdalena, el Cauca, el San Jorge i el Sinú.
Con respecto al primero de ellos se nota, que, nacido en los confines del Estado del Cauca i Tolima, continúa su curso i que en la ladera Pinzon; i la ciénaga Doncella, cuyos nombres no aparecen en la carta, se separa un brazo que con el rio principal forma la isla llamada Moráles que no aparece ni en el dibujo ni en nombre. En seguida, i un poco abajo del pueblo de Repelon lanza el rio principal un brazo llamado el Papayal, que como antes forma la isla de Papayal, mas dichos nombres no aparecen. Continuando su curso, lanza otro brazo que toma el nombre de brazo de Loba cuyo gravado existe, pero no el nombre. De las dos ramas que lanza el Magdalena, i que ambas comunican con el Dique, no existes sus nombres, llamándose una de ellas la Posa de María Pérez.
11. ° Con respecto al curso del Cauca, se nota que no aparecen en la carta el nombre del brazuelo de Bejucal, ni el plano del Astillero. No se encuentra el punto llamado Algorrobo, punto en que el rio cauca se divide en dos ramas. Una de ellas que toma la dirección Oeste i que se llama Mojana, cuyo nombre no aparece tampoco. No se encuentra la Boca de Tacaloa, en donde derrama el Cauca en el Magdalena.
12. ° Con respecto al San Jorje, se nota que no se encuentran convenientemente señalados la multitud de riachuelos que enriquecen sus aguas, tales son: el Pegadó, el Tuansí, San José de Can i San Pedro.
13. ° Con respecto al curso del Sinú, se nota que no se encuentran los innumerables ríos que desaguan en él enriqueciendo al mismo tiempo sus aguas tales son: el Naín, el Esmeralda, el Verde ….
14. ° Entre los ríos de menos importancia se observa que no existen los nombres de los ríos de Dios, de San Antonio de Pichelin, Macallepos, Guacamayo, Saragocillo i varios que no se mencionan.
15. ° Ahora, con respecto a los caños i canales, que son: Caño del Estero, Canal de Bocachica, el de Bocagrande, el del Dique, el de la Piña i el del … se observa:
El caño del Estero (no es visible la siguiente oración) de la Historia de nuestra Patria, carece de nombre. Igual cosa sucede con los demás citados, notándose además que aún no existe el caño de Martínez que pone en comunicación los dos brazos del Sinú aguas prietas i aguas claras). Fatal además, el Oscuro, el Guataquita, el Pajaral, el Caño Largo, & a., de que otros han hecho mención, i el de Juan Angola.
Con respecto a la vía que toman las embarcaciones que salen de nuestro puerto para encaminarse al Dique, faltan los nombres de los siguientes puntos: Caño del Estero, Boca cerrada, Ciénagas de Matunillas, Cordobado, que aún no existen en la carta; Palotal, Caño de Correa, Ciénaga de la Cruz, Caño grande de Mahátes i la Ciénaga de Barranquilla, que no está ahí.
16. ° Con respecto a las Ciénagas, se nota que faltan los nombres de la de Morrocoi, Pajaral, Oscura i Papayal; las que comunican con el Cauca, a saber: Raya i las dos Playones, la que comunica con el San Jorje, la de Ayapel o Luisa, las que comunican con el Sinú, las de Betansí i Tuminá, las que comunican con el Dique, Matunilla, Larga, Palotal, Corcobado, Juan Gómez, La Cruz, Palenque, Tupé i Sanaguare, en que casi ninguna se encuentra en la carta; la del Guájaro, la de Tesca, ninguna de las cuales se encuentra ahí.
17. ° Entre las Islas próximas a la costa, faltan Isla Fuerte, Tortuguilla, las que componen a San Bernardo, Tintipan, Mangles, Cabruna, Jesus, Palma, Panda, Maravilla i Ceisen; las que componen al Rosario, Tesoro i Larga i Arénas. Tampoco se encuentran en la carta las Islas de San Andres i Providencia, pertenecientes hoi a la Confederación.
18. ° Entre los cabos, faltan Punta de Piedras, Punta de Barbacoas, Comisario, Guardaraya, Hacienda, Rinconchico, Punta de Bolívar, del Viento; otra Punta de Piedras, de la Rada, Broqueles, Farallon, La Cruz, Canaletes: He aquí poco más o menos lo que se oculta a la vista del niño en cuanto a la parte física del Estado. Por esto se verá si puede ser posible que los niños se hagan cargo de la Jeografía del Estado, forzando así su memoria para el recuerdo de lo que no se encuentra en dicha carta.
19. ° Ahora según la división política, se dice que el distrito de Barranquilla está situado obre una ciénaga que comunica con el Magdalena. Dicha ciénaga no se encuentra en la carta. Según la carta, el distrito de Santo Tomas está al norte de Palmar de Varela, dos opiniones entre las cuales se fluctúa, pero diré que más alumnos siguen la opinión el último, por aquello de que su idoneidad está a la vista en todas ocasiones, i porque siendo de nuestro suelo lo conoce tal vez más minuciosamente que el autor de la carta, cuyo nombre ignoro.
20. ° El distrito de Juan de Acosta, que se encuentra al norte de Baranoa, no aparece en la carta.
21. ° El distrito de Rosa vieja, que se encuentra al norte de San Estanislaos, no aparece tampoco en la carta.
22. ° El distrito de Sucre, perteneciente a la provincia de Magangué, no aparece como tal en la carta lo mismo sucede con el distrito de Yatí, perteneciente a la misma provincia.
23. ° En la provincia de Mompos, no aparecen los distritos de Pinillos, Moráles i Loba.
24. ° El distrito de San Pelayo, perteneciente a la provincia de Lorica, no se encuentra en la carta ni aun con su antiguo nombre de Cajagual.
25. ° El distrito de Ayapel, perteneciente a la provincia de Chinú, i que se encuentra al sur de la Ciénega de su nombre, no se encuentra en la carta.
26. ° El distrito de Caimito, según el autor de nuestra Jeografía, esta al sur-este de San Benito: según la carta, al sur-oeste mas bien.
27. ° El distrito de San Benito, como una consecuencia de la opinión del autor, esta al Noroeste de Caimito; según la carta al Sudoeste mas bien.
Al dirijir a Ud. los datos expresados, lo hago obedeciendo al deber que me impele a ello, más bien que al deseo de emitir conceptos de innovación. Pero quiera Dios, Sr. Director, que así como U. en unión de muchos que se interesan en reformar la carta jeográfica del Estado, así también alcanzarán la reforma de los trámites educacionales, con el laudable fin de sustituir a la decisión nula de nuestras contiendas (por medio de ajentes artificiales), la conclusión honrosa por medio de la luz de la razón, i del progreso intelectual i moral.
Dejando con esto satisfecha su exijencia, de U. atento seguro servidor, Felipe S. Viola
Documento 22
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.310, Cartagena, 18 de diciembre de 1875, p. 1.143.
INSTRUCCION PUBLICA.
Estados Unidos de Colombia. — Estado S. de Bolívar. — Número 24. — Sincelejo, 20 de Setiembre de 1875. — El Director de la escuela superior de varones.
Al Sr. Director jeneral de Instrucción pública el Estado- Cartajena.
Con alguna tardanza, que espero se servirá U. dispensar, i en contestación a su circular número 14 de fecha 28 de Junio último, en la cual me pide datos para reformar el mapa del Estado, paso a darlos de la manera siguiente:
1.o El mapa es demasiado pequeño, lo cual impide presentarlo a cierta distancia de los alumnos, i para que todos vean hai necesidad de hacérselo pasar de mano en mano.
2.o Faltan muchos caminos, i entre los que hai, casi todos están mal trazados, pues tienen en la carta una dirección falsa: puedo citar, entre otros más, al Sr. Director, el camino de este distrito al de Tolú, el cual ni siquiera está presentado.
3.o La posición de muchos lugares también está representado.
4.o Han quedado olvidados muchos distritos, algunos otros pueblos que no carecen de importancia; cuando por el contrario, no debiera dejarse sin trazar ningún punto, aunque parezca o sea insignificante.
Opino que el Gobierno del Estado, debiera contratar personas intelijentes en la materia, para que revisaran detenida i escrupulosamente la carta jeográfica de que nos ocupamos, pues los directores de escuela solo podemos proporcionar datos insuficientes, que están muy lejos de producir los resultados deseados. I esto es proveniente de nuestras ocupaciones diarias, de la mayor o menor indiferencia que se nota en los vecinos del distrito en que se reside, a los cuales uno se dirije, i mui particularmente, cuando uno ha viajado, para pedirles apuntamientos que casi nunca dan.
Esas personas competentes que el Gobierno nombrara, deberían ocuparse en levantar planos, en rectificar los que ya hubiesen levantado, i en estudiar detenidamente las localidades, para que la obra llegue a ser perfecta i acabada, i pueda servir cumplidamente para el objeto de enseñar con fruto de Jeografía del Estado.
Esperando que el Sr. Director jeneral se sirva a escojer con benevolencia, las presentes observaciones, tengo el honor de suscribirme mui obsecuente servidor i compatriota.
José A. Pórras.
Documento 23
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.312, Cartagena, 21 de diciembre de 1875, pp. 1151 y 1152.
INSTRUCCION PUBLICA.
Nota en que se pide al Director jeneral solicite cierto dato de los Directores de las escuelas públicas del Estado.
Bogotá, Noviembre 11 de 1875.
Señor Director Jeneral de la Instrucción pública primaria del Estado Soberano de Bolívar- Cartajena.
Mucho me ha complacido observar la manera como han correspondido los Señores Directores de las escuelas públicas de primaria establecidas en este Estado, a la carta circular que U. se sirvió dirijirles con fecha 28 de Junio último, número 14, transmitiendo a U. varios datos relativos a las poblaciones en que dichos funcionarios ejercen su augusto i delicado ministerio, i que servirán indudablemente para llenar, poco a poco, los vacíos que se notan en los textos de la jeografía particular de este Estado i aun en las cartas jeográficas del mismo.
Feliz ha sido la idea de U. consignada en dicha circular, i todos los bolivianos debemos reconocer como mui laudable i patriótico, l propósito que ha querido U. realizar por ese medio. No desmayando en él, sino perseverando más cada día, dentro de poco tiempo tendremos casi completa, por decirlo así, la jeografía de nuestro Estado; i esa mejora se deberá principalmente los esfuerzos de Ud., secundado por los Señores Directores de escuela.
Pero no quiero limitarme a manifestar a U. mi agradecimiento por los servicios que del modo expresado está U. prestando al país en que tuvimos la dicha de ver la luz primera: me propongo, Señor Director, tomarme la libertad de suplicar a U., como lo hago, que se digne solicitar por medio por medio de otra circular, de los mismos Directores de escuela, le trasmitan todas las noticias que ellos pueden obtener de personas fidedignas, respecto de los individuos naturales o residentes en el territorio de ese Estado, que fueron mandados sacrificar en los años de 1815 a 1819, por el Consejo de purificación establecido por el Jeneral en Jefe del ejército español expedicionario, Don Pablo Morillo; i los que de cualquier otro modo se sacrificaron por la Patria, durante la magna guerra que aseguró nuestra independencia i libertad.
En la época de las vacaciones, que ya se acerca, es cuando mejor pueden dichos funcionarios hacer, con todo el interés que inspira un negocio como el que dejo indicado, cuantas indagaciones le sujiera su patriotismo i su deseo de corresponder noblemente a un propósito que tiene por objeto único pero sagrado, inscribir en la lista de los Mártires de nuestra patria- de aquellos que rindieron su vida porque nosotros viviésemos como libres, todos los que, por algún motivo, no figura en ella.
Yo estoy cierto, Señor Director, que ninguno, absolutamente ninguno de los Directores de escuela, se excusará de prestar su continjente en la realización de tan grandioso fin: no hai, ni puede haber un boliviano que se muestre indiferente, cuando se trata de las glorias de nuestro heroico Estado, i de honrar la memoria de los que, habiendo sido esclavos, lo sacrificaron todo por hacemos enteramente libres. Por eso creo que, a porfía, los dignos maestros de escuela, tratarán de imitar e imitarán al joven J. M. Ariano Rámos, Director de la escuela pública primaria de varones del distrito de Santo Tomas, quien por medio de la nota inserta en el número 1.254 del Diario de Bolívar, nos ha hecho saber la manera como fué sacrificado Laureano Bolaño en 1815, a inmediaciones del distrito de Sabanagrande. También debemos esperar que así las autoridades como los vecinos mar notables de los distritos, auxiliarán a los Directores de las escuelas, en cuanto de ellos dependa, para lograr que estos empleados obtengan no solo el nombre de las víctimas ilustres, sino la narración de los hechos ejecutados por los verdugos, para privarlos de la vida.
En el número 19 de “La Revista”, periódico en 1872 sirvió de órgano de instrucción pública en este Estado, i cuya redacción estuvo a cargo de Ud., se insertó la lista de los Próceres i Mártires de la independencia nacional, tomada de la que se publicó en el número 81 de: “La Escuela Normal;” i al insertarse en el primero de los periódicos referidos dicha lista, fué procedida de la siguiente elocuente expresión:
“Consecuentes con el principio que hemos proclamado, de que el conocimiento perfecto de la historia de su patria es indispensable en la educación de la juventud, i de que en esa historia la parte más importante es el conocimiento de los fundadores de la patria i de sus Mártires, reproducimos en este periódico, destinado a la juventud de Bolívar, el siguiente artículo, tomado de “La Escuela Normal”, número 81, sobre Próceres i Mártires de la indecencia, para eterna memoria i honor de los que con su sangre sellaron la causa de la independencia i libertad.”
Se comprende, Señor Director, que dicha lista es mui diminuta. Ni figuran en ella siquiera dos centenas de la gran lista de nuestros Mártires; i los que, como nosotros, no fuimos testigos presenciales de las escenas de sangre i exterminio que tuvieron lugar en este país, en los días de la gran lucha librada entre los esbirros de la monarquía española i nuestros pueblos, con el objeto de romper las pesadas cadenas con los que primeros tenían oprimidos a los últimos, hemos estado creyendo que fueron pocas las víctimas sacrificadas por la cuchilla de los españoles. Pero acudiendo a las fuentes que nos dan testimonio irrecusable del furor i crueldad con que el poder de los peninsulares persiguió i asesinó a nuestros conciudadanos más distinguidos por su ciencia, por la austeridad de sus costumbres, por su riqueza i su patriotismo, observamos con asombro el gran vacío que contiene la lista mencionada.
Efectivamente, en la “Instrucción sobre el estado en que se dejó el Nuevo Reino de Granada el Virrey Don Francisco Montalvo, 30 de Enero de 1818, a su sucesor Don Juan de Sámano”, después de hacer minuciosa de las contribuciones exorbitantes impuestas a las poblaciones principales del Virreinato por el Jeneral Morillo, cuyos productos pasaron a la Tesorería del ejército expedicionario; después de referir con disgusto el empleo de muchos hombres del país en los caminos de Antioquia para Santafé, el Chocó, Mariquita, el Socorro i Popayán, por órdenes del Jeneral Don Pascual Enrile, fuera del número considerable de hombres destinados a completar los cuerpos del ejército i formar otros nuevos; en fin, después de manifestarse sensible por todas las crueldades ejercidas por los funcionarios militares que en todas ocasiones derivan su autoridad de la fuerza material, i en especialidad, en esa época de consternación i pavor en que ellos sacaron buen provecho, con el pretexto de pacificar a los insurjentes; dice el Virrey Montalvo a Sámano, su inmediato sucesor, lo que copio:
“A esto se agregan las ejecuciones de más de siete mil individuos de las principales familias del Virreinato, que han sido pasados por las armas por sentencia del Consejo permanente a los órdenes del Jeneral Morillo, unos delincuentes i otros nó tanto, los cuales quizás hubiera convenido más al servicio del Rey, deportarlos para siempre de su país a donde no pudieran perjudicar, después de hecho algunos ejemplares en las cabezas principales de la revolución.
“El concurso de las causas referidas, infaliblemente ha de producir el descontento i la desesperación en los pueblos, i de las consecuencias de este descontento es la que no me toca responder. Lo haré, sí, en cualquier caso, de mis acciones; pero nunca de las resultas de encono en que dejan al Virreinato.
“No hablo a V. E. sino comprobando mis dichos con documentos terminantes, los cuales ofrecen bastante materia para que V. E. forme idea del estado en que se halla este reino”.
“Señor Director: el Virrey Montalvo no habló de los que ofrendaron su vida en los campos de batalla, ni en los presidios, ni en las inmundas cárceles en que fueron hacinados muchos de nuestros conciudadanos: no habló apoyándose en simples noticias desnudas de justificación. El Virrey en su memoria, documente solemne de los más importantes, hablé de los ejecutados por sentencia del Consejo permanente de purificación; i de esos cadalsos levantados en nombres de lo que aquellos facinerosos llamaron la justicia, tuvo el Virrey sus comprobantes necesarios.
¿I cómo habrían podido nuestros conciudadanos de este Estado, librarse de la cuchilla de esos verdugos de nuestra patria? Seguramente que algunas ejecuciones se verificarían, algunos patíbulos se elevarían en el suelo que abraza el territorio del Estado de Bolívar.
Si juzga Ud., como yo confiadamente lo espero de su ilustración i amor patrio, que nos interesa conocer los nombres de los que fueron degollados por fundar las instituciones republicanas para que nosotros les tributemos i las jéneraciones que nos sucedan, les rinda también el homenaje de reconocimiento i gratitud que les es debido, suplico a U. encarecidamente tenga la condescendencia de acoger i apoyar mi idea, dándole el desarrollo que U. estime más conveniente.
Con sentimientos de la más distinguida consideración, tengo la honra de suscribirme de U. mi atento seguro servidor i compatriota,
Manuel Ezequiel Corrales
Documento 24
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.312, Cartagena, 21 de diciembre de 1875, p. 1152.
Contestación a una circular de la Dirección jeneral
Estados Unidos de Colombia. — Estado de Bolívar. — Número 12. — San Sebastián de Madrid, Setiembre 20 de 1875. — El Director de la escuela elemental de varones del distrito,
Al señor Director jeneral de Instrucción pública- Cartajena
Tengo el gusto de contestar a usted su apreciable circular número 14, fecha 28 del último Junio, i que se halla publicado en el “Diario de Bolívar”, número 1.175.
No he podido recojer datos importantes para la historia de nuestro querido Estado, pues a más de no haber habido por estos pueblos en lo jeneral, acontecimientos notables para la historia, es bastante trabajoso conseguir documentos que comprobaran los hechos acaecidos en ellos. En tal virtud, solo daré a usted cuenta de los siguientes acontecimientos que le han venido a mi conocimiento por medio de testigos presenciales i fidedignos:
En el año de 1815, en tiempo del sitio de Cartajena, vinieron por vuelta de las sabanas, unos soldados de Bolívar derrotados o de retirada de aquella ciudad: aquí se encontraron con un bongo de guerra de samarios a órdenes de españoles q’ estaba de reten en este puerto, estando otros ocho en Magangué: llegados aquí dichos soldados en número de quinientos por todo, que salieron por el pueblo del Retiro, el bongo o buque de guerra, se abrió al rio e hizo sobre ellos el primer descargue; entonces todos los que estaban en Magangué, avanzaron y se entabló un reñido combate el día 30 de Mayo, “ día de San Fernando, rey de España,” que principió a las doce del día i duró hasta las seis i media de la tarde, teniendo la jente mientras, que retirarse otra vez a Retiro, donde construyó provisoriamente una casa de gramalote para su habitación.
Allí se estuvieron ocho días, durante los cuales estuvieron los bongos bombardeando estos dos pueblos día por día, a las cinco de la mañana i de la tarde: a los ocho días la jente patriota se vino del Retiro i por uno i otro lado del rio atacó de nuevo a los bongos o buques samarios, haciéndolos retirar completamente derrotados a Tenerife, de donde habían venido, siguiendo a ellos a estacionarse en Magangué.
Este pueblo dio después también el continjente de nuevo hombres que se le pidieron de Mompos, donde se estaba reuniendo jente: éstos marcharon de ahí, a órdenes de un comandante Rámos, que llevaba mil hombres a sus órdenes; pero atacados en la guardia por Moráles, fueron hechos prisioneros por éste, con quien estuvieron en la batalla de Maracaibo, donde habiendo entrado Padilla, fueron licenciados por éste, los tres que apenas existían ya. De ellos el único que sobrevive es, el Señor Juan de la Cruz Lamar, quien me ha informado que a órdenes de Moráles comieron maíz crudo, cardon, cuero, &. porque no tenían raciones que darles por entonces.
Soi de usted atento seguro servidor, Manuel S. García G.
Documento 25
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.329, Cartagena, 13 de enero de 1876, p. 36.
INSTRUCCION PUBLICA.
CIRCULARES.
Por las cuales se piden ciertos informes a los Directores i Directoras de las escuelas públicas del Estado.
Estados Unidos de Colombia. — Estado S. de Bolívar. — Dirección jeneral de Instrucción pública. — Circular número 1.°. — Cartajena, enero 8 de 1876,
A los Srs. Directores de las escuelas públicas de varones i Preceptores de las de niñas.
En el número 1.312 del Diario de Bolívar, correspondiente al 21 del próximo pasado Diciembre habrán ustedes leído la importante carta oficial que, con fecha 11 de Noviembre anterior remitió desde Bogotá, al infrascrito, el señor doctor Manuel Ezequiel Corráles, referente a la conveniencia i utilidad de solicitar por conducto de ustedes los nombres de todos los mártires de nuestra independencia, por ser mui deficientes los datos que tenemos de ellos.
El infrascrito aceptó con agradecimiento la indicación que contiene la mencionada carta oficial, bien que no se dirijió a ustedes incontinenti, entre otras circunstancias, por la de que tenía conocimiento de que el Ciudadano Presidente del Estado, pensaba hacer algunas variaciones en el personal de las escuelas a fines del año próximo pasado.
Habiendo pasado ya la época indicada, i conociendo en lo jeneral el personal de los señores Directores, me apresuro a recomendar a ustedes estudien la carta oficial de que me vengo ocupando i procedan a darle cumplimiento a las patrióticas indicaciones que ella entraña, valiéndose al efecto de cuantos medios les sujiera su prudencia i patriotismo.
El infrascrito se promete que no habrá un solo Director que se muestre omiso e indiferente al importante asunto de que me ocupo, i que en todo el primer trimestre del año en curso, tendrá en su despacho las contestaciones de todos ellos, las cuales serán dignas del asunto a que deban contraerse, ofreciendo todos, cual más, cual menos, algún dato importante como que se desea que no se limiten a solo el dato indicado por el señor doctor Corrales, sino cualquiera otros conexionados con la jeografía i la historia del Estado.
De U. atento seguro servidor
M. Verbel
Documento 26
Referencia: Gaceta de Bolívar, n.o 1.424, Cartagena, 9 de mayo de 1876, p. 288.
INSTRUCCION PUBLICA.
Circular por la cual se solicitan varios datos.
Estados Unidos de Colombia. — Estado Soberano de Bolívar. — Dirección jeneral de Instrucción pública. – Circular número 5. — Cartajena, Abril 17 de 1876.
A los Señores Directores i Preceptores de las escuelas públicas del Estado.
Sírvanse Uds. remitir a mi despacho, antes del día 30 del mes de Junio venturo, los siguientes datos:
1.o Si la posición que señala el mapa de Bolívar al distrito de su vecindario, con referencia a los demás de esa provincia, es exacta; i en caso de inexactitud, en qué consiste ésta;
2.o Cuál es la distancia, aproximada, si no pudiere ser exacta, que separa a ese distrito de los demás de esa provincia, i del o de los pueblos limítrofes más inmediatos de las provincias vecinas; expresando la naturaleza de cada una (marítima, fluvial o terrestre), con las explicaciones más detalladas, para hacer conocer el buen o mal estado de ellas, en las estaciones húmeda i seca que tenemos en el Estado;
3.o Qué agregaciones tiene ese distrito, expresando las distancias, exacta o aproximada, su naturaleza, & a.;
4.o Cuál sea el carácter más notable de los habitantes de ese distrito (inclusive sus agregaciones), i la industria o industrias a qué están dedicados sus moradores;
5.o Cuál sea la naturaleza de los tesoros del distrito i el de sus agregaciones, i cuáles sus principales productos en cada uno de los ramos animal, vejetal i mineral;
6.o Cuales sean los mares, golfos, ríos, arroyos, ciénagas, colinas, sabanas, & a, que se encuentren dentro de los límites de ese distrito, dándolos a conocer de la mejor manera posible;
7.o Qué antigüedades se encuentran en el mismo distrito. Comprenderán Uds. fácilmente la importancia de los datos mencionados; los que, unidos con los obtenidos, i los que me prometo seguir solicitando, han de servir para obtener una perfecta Jeografía de todos i cada uno de los distritos, i por lo tanto del Estado.
El día 30 del mes de Junio venturo procederá el infrascrito a penar a los omisos, mandando a hacer efectiva la multa de dos pesos, por la falta de cumplimiento a cada uno de los inicios que contiene esta circular. Esto, sin perjuicio de otros procedimientos, si hubiere motivos para creer que ha habido insubordinación, o ignorancia de parte de todos o de algunos de los empleados omisos.
De U., atento servidor,
M. Verbel