Según estadísticas de la Off-Grid Solar Energy Industry Association (GOGLA), que es el gremio de empresas dedicadas a la promoción y venta de sistemas solares en zonas no interconectadas a nivel mundial, en el año 2018 se adquirieron 5,88 millones de sistemas solares en efectivo en zonas no interconectadas, más 1,68 millones de sistemas solares prepago, para un total de 7,56 millones con un valor de USD $482,57 millones1.
Un 73% de estos sistemas fueron lámparas portátiles de menos de 3 Wp (generalmente con capacidad de recarga de celulares), 16% son sistemas de 3 a 10 Wp de múltiples lámparas y 12% son sistemas domiciliarios (SHS) más completos, de 11 a más de 100 Wp. Con estas ventas de particulares a particulares, se completaron 108 millones de hogares con acceso a iluminación solar de mejor calidad, eliminando el uso de millones de mecheros de kerosene, y ahorrando USD $9.100 millones en gastos de combustibles fósiles y 58,4 millones de m3 de CO2 equivalente de emisiones durante la vida útil de estos equipos. El 94% de las ventas del año pasado se realizaron en África y la región Asia-Pacífico, con el exiguo saldo en las Américas.
Con el siguiente artículo “Creemos que podemos cambiar el mundo”, transcrito de la conferencia presentada en el Foro de la Revista de Ingeniería ‘Energía para un nuevo país rural’ por el vicepresidente de Angaza Design, se busca abrir el debate sobre por qué una tecnología y mecanismo financiero que está revolucionando el acceso a energía en África y el Pacífico no ha hecho incursión relevante en Colombia; si no hay mercado o emprendedores capaces de distribuir este tipo de sistemas; o si simplemente nuestra institucionalidad y regulaciones fueron creadas y operadas a semejanza solamente de los mercados urbanos interconectados.
Esto no es una solución completa de electrificación, sino un gran avance hacia la pre-electrificación. Y puede ser el camino que deberá seguir el planeta para garantizar el acceso a energía asequible, fiable, sostenible y moderna para la totalidad de la humanidad en menos de 11 años (a 2030), como reza el ODS # 7. En Colombia, menos del 70% de las viviendas rurales son atendidas por el Sistema Interconectado Nacional (SIN), y la penetración de estos equipos prepago se podría constituir en una solución alternativa o complementaria para la masificación de aplicaciones solares en el campo colombiano, incluyendo sistemas de bombeo solar para riego y para piscicultura de ladera. La revolución de los sistemas solares prepago se hace viable por la otra revolución anterior – la cobertura prácticamente universal de telefonía móvil. Según datos del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (MinTIC) al tercer trimestre de 2017 existían 60,8 millones de líneas de telefonía móvil, de los cuales unos 48,3 millones correspondían a telefonía prepago. Si en el país existen mecanismos para comprar minutos por esos millones de usuarios, existe la infraestructura socio-empresarial para pagar sistemas solares prepago.