EDITORIAL


El contenido de la presente edición de la REVISTA DE INGENIERÍA debía haber sido el resumen del Foro ‘Acceso a agua potable en comunidades rurales de Colombia’, programado para realizarse el pasado 23 de abril. Sin embargo, desde mediados de marzo, acatando las directrices anticipadas de la Universidad de los Andes relacionadas con la restricción de eventos –especialmente aquellos como nuestros foros, en los que contamos con personas de muy variados sitios y ciudades– tomamos la decisión de cancelarlo y pedir a los conferencistas invitados la preparación de un artículo sobre el tema de su charla, los cuales conforman nuestra edición 49.

Resulta paradójico ver cómo hoy debemos repensar los conceptos relacionados con la vulnerabilidad de nuestra sociedad a enemigos invisibles, en donde el agua se convierte en uno de los elementos básicos del sistema de defensa de la humanidad en las ciudades, y para las comunidades alejadas su “distancia social” es un factor positivo.

En el caso del suministro de agua para las comunidades rurales, parece repetirse la discrepancia entre la planeación centralizada y las necesidades locales. Tal como lo hemos notado en otros de los análisis realizados desde la Revista, la utilización de una metodología botton-up, desde abajo hacia arriba, resultaría la más aconsejable para las mejores soluciones de ingeniería, pero la menos adecuada desde la óptica imperante de planeación centralizada.

Tal como lo mencionan varios de los autores en el presente número, este tema requiere no solo de una tecnología cercana las necesidades de cada una de las zonas, sino de una reestructuración de las capacidades de administración y gestión de las comunidades, para que sean ellas las responsables de la operación de este servicio, por supuesto, con el total apoyo de los gobiernos municipales, regionales y nacional, en ese orden.

Nuevamente, el conocimiento en nuestro país aparece en la palestra como una de las tareas que se deben enfrentar desde la academia, no solo como valor cultural sino como conocimiento básico, especialmente para quienes esperan ejercer la ingeniería en Colombia, disciplina que es cada vez más amplia y con alto potencial para ser explorada desde las aulas universitarias.

Para nuestra próxima edición, la número 50, el tema central es más que obvio: la respuesta de la ingeniería ante las actuales circunstancias globales. Cómo hemos atendido con nuestras herramientas básicas las necesidades apremiantes que nos demanda la pandemia; y de qué manera los desarrollos tecnológicos en boga a principios de año (Big Data, Analítica, Internet de las Cosas, Blockchain e Inteligencia Artificial), tendrán una perspectiva diferente después de este forzado experimento social que ha puesto en duda conceptos como la ética global, la privacidad y la economía de mercados.