Resumen
Objetivo/Contexto: la incorporación de la región de la Araucanía al territorio chileno, después de terminar la ocupación militar en 1883, resultó en un intenso proceso de colonización, exploración por científicos viajeros y establecimiento de misioneros en la zona. Además, trabajadores rurales mestizos (‘rotos’) y colonos europeos se unieron a los fronterizos, colonos que ya estaban viviendo en la frontera antes de la ocupación. Este artículo analiza la dinámica y los efectos del consumo de alcohol y el alcoholismo en la percepción de los pobladores mestizos y la población indígena en la frontera chilena a principios del siglo XX. Metodología: el análisis se basa en fuentes primarias, que consisten principalmente en libros de viajes, informes y publicaciones científicas escritos por científicos, políticos y misioneros chilenos y europeos, que aún no han sido suficientemente estudiados. Originalidad: utilizando el ejemplo poco estudiado del consumo de alcohol en la frontera chilena, el aporte de este trabajo consiste en demostrar cómo los intensos procesos de ocupación y colonización —y, en particular, las percepciones de diferentes actores sobre los pobladores indígenas y mestizos— dieron como resultado nuevas formas de estigmatizar los pobladores denominados ‘rotos’ y la población indígena, y, en consecuencia, la consolidación de jerarquías sociales. Conclusiones: si bien el consumo de alcohol era aceptable para ciertas poblaciones, como lo demuestra la simultánea prosperidad de la industria del vino, era reprobable para los indígenas y los colonos mestizos. Debido a la percepción estigmatizada de estos grupos sociales como borrachos, holgazanes y pobres, especialmente en el contexto de la intensa colonización que provocó un creciente interés en tierras ocupadas principalmente por indígenas y fronterizos, el alcoholismo puede interpretarse como un vehículo para dinámicas específicas de exclusión. Las antiguas concepciones de una cultura indígena heroica, a la larga, llevaron a los misioneros a esforzarse por ‘proteger’ estos grupos del alcoholismo, mientras que los comerciantes usaban las imágenes de araucanos heroicos para establecer economías extractivas para los mercados nacionales y extranjeros. Los documentos analizados revelan que tanto la población indígena como los ‘rotos’ fueron retratados por intelectuales y misioneros como víctimas indefensas y necesitadas de educación moral, lo cual buscaba legitimar la labor misionera. En este sentido, las percepciones, las prácticas sociales y la movilidad del conocimiento sobre el consumo de alcohol resultaron ser un campo muy controvertido en el contexto de la colonización y la incorporación de la Araucanía al Estado chileno.