Resumen
Este artículo explora la historia de la vida material en el colegio jesuita de la ciudad de Antioquia, Nuevo Reino de Granada, durante el siglo XVIII. Al vincular las prácticas de consumo que tomaban lugar en las propiedades urbanas y rurales de los jesuitas con los ritmos de la vida cotidiana y las jerarquías sociales, se argumenta que los objetos y los espacios eran consumidos y usados según la religiosidad católica y la jerarquía política y espiritual propias del orden social colonial. Dichas coordenadas dotaban de sentido a la vida material, pero las fronteras que éstas imponían al consumo podían cruzarse en circunstancias especiales.