Resumen
La “energía vital” es una idea central en las economías panameña y colombiana. Conocida como “fuerza”, y acumulada a partir del ambiente, esta corriente conecta todas las actividades en las economías locales y establece relaciones, desde el nivel de parientes hasta el de extraños. Los humanos componen esta energía vital, pero sus fuentes son limitadas y se agota con el uso. Su disponibilidad es un regalo de Dios y es parte de la fortuna impredecible con la que todos se enfrentan. Esta economía pone de manifiesto un contraste entre la corriente social y la moneda del mercado. Ofrece una perspectiva materialista, provee una crítica a la economía estándar, sugiere que el compartir, y no la reciprocidad ni la escogencia racional, es la práctica económica “fundamental” y muestra cómo la economía puede ser una especie de ritual legitimado por la creencia en un poder divino que es desplegado a través de la Fortuna*** personal.